Los volúmenes imposibles, las fantasías imperiales y las colas «sirena varada» han dejado paso esta noche en la alfombra roja de la XXVI edición de los Goya a la elegancia «cool», la comodidad, y la belleza luminiscente de unos candidatos que, en la mayoría de los casos, a duras penas llegan a los 30 años.
Negro, azul marino y nude en tejidos con lentejuelas y cristales bordados, en ellas, y ajustados trajes o smoking negros, con corbatas y pajaritas, para ellos, han homogeneizado un «desfile» ante los cerca de 350 periodistas acreditados teñido de sofisticada elegancia, como la propia gala, según su presentadora, Eva Hache, pero sobre todo, «cómoda, muy cómoda».
Entre los peinados han imperado los moños sencillos y limpios, las joyas se han concentrado en lujosos braceletes que han firmado Bárcena, Suárez, Bulgari, Carrera y Carrera, entre otros, y los zapatos de Pura López, Jimmy Choo, Stuart Weitzman o Mascaró han dejado a la vista una impecable pedicura, en colores fuertes, mientras que las manos iban maquilladas en tono natural.
En esa carrera hacia la elegancia, la consigna ha sido evitar la postura «me voy a arrancar con una jota», poniendo al posar ante los fotógrafos los brazos a lo largo del cuerpo sin el recurso de los bolsitos «tablas de salvación».
Muchos de los casi 200 profesionales que han hecho el paseíllo por la alfombra roja, habían pasado antes por el «armario» abierto por la Academia de Cine para dejarles vestidos y complementos nacidos en las casas españolas, una afluencia mayoritaria que se explica, según el estilista de la gala, Vicente Ruiz, por la crisis.
Pero también sido notable, por la relevancia de los «portadores», el número de quienes han cumplido compromisos con casas como Gucci, Dior o Ninna Ricci.
Pilar López de Ayala se ha decantado por Ninna Ricci, un modelo en color azul marino y hojas doradas; Goya Toledo ha repetido de Eli Saab, en «nude» y recamado de lentejuelas, muy entallado y con una pequeña cola y María León, a Lanvin, en verde oscuro.
Verónica Echegui y Elena Anaya se han decidido por el blanco, la primera de Gucci con un cinturón de hojas doradas, y la segunda con una túnica de Lanvin con un collar con un águila art decó al cuello, mientras que Salma Hayek ha preferido el berenjena de un estructurado «palabra de honor» de Gucci, e Inma Cuesta uno negro de Juanjo Oliva con un pronunciado escote en encaje.
Por el corte «princesa» han optado Cayetana Guillén Cuervo, de Oscar de la Renta en gris; Michelle Gener, de Zuhair Murad, en color nude y recamado de lentejuelas y Silvia Abascal, que para su reaparición en público tras su accidente cerebral ha aparecido con un Lorenzo Caprile bordado en rosa.
María Valverde y Marta Etura han elegido el color «nude», la primera con un modelo de gasa con satén en línea recta de Dior, y la segunda también de gasa, algo más insinuante, con una capita de cristal de roca de Gucci, la misma casa que ha elegido su novio, Luis Tosar, y Pedro Almodóvar, entre otros.
Negros y muy ajustados han sido los de Juana Acosta, de Paco Rabanne, Clara Lago, de Zuhaid Murad, y Eva Hache, de Hannibal Laguna.
Belén Rueda ha sido de las pocas que han elegido el rojo, de Pedro del Hierro, el mismo color, pero más oscuro que ha vestido Leonor Watling, de Miriam Ocariz, y Verónica Forqué, de Jesús del Pozo.
El de Melanie Griffith también era rojo, con flores cosidas en el vuelo del abrigo, «de una tienda de Los Ángeles» y «joyones» propios: «soy una mujer muy afortunada», reconocía a Efe.
Su marido, Antonio Banderas, de smoking de Armani, al igual que Miguel Ángel Silvestre y Alberto Ammann, era el único con pajarita blanca y unos cubrebotones de diamantes, que le había regalado Griffith «unas Navidades de hace once años», ha explicado la actriz.
De la línea imperante también se han salido Ingrid Rubio, con un vestido largo de Hotel Particulaire con chaqueta de cuero de Moschino, Carme Chacón, con un vestido corto de David Delfín, o Ana Wagener, la única que se ha puesto un traje de pantalón, de Lorenzo Caprile.
A DSquare le han elegido Unax Ugalde, Eduardo Noriega, que ha preferido una chaqueta de color marrón, Raúl Arevalo, José Mota y Mateo Gil, entre otros.