La vida de Guillem d'Efak (Guinea Ecuatorial, 1929 - Mallorca, 1995) fue intensa, llena de aristas y matices. Así lo recoge el montaje teatral Tots aquests dois , que Pep Tosar, actor, director y propietario del Círcol Maldà de Barcelona, acaba de estrenar en su teatro.
No es la primera vez que Tosar reivindica la vida de artistas: Blai Bonet, en La casa en obres ; Damià Huguet, en Esquena de ganivet ; Vicent Andrés Estellés, en Poseu-me les ulleres y diversos poetas universales en Somnis de somnis . «Adapto la narrativa que hemos ido construyendo un poco sin querer, utilizando los mismos componentes escénicos al servicio de la vida y obra de estos personajes que he biografiado y que, a pesar de ser cogeneracionales, tuvieron una existencia muy diferente», declaró Tosar, quien conoció a D'Efak en los años 80 ya que éste solía visitar en Barcelona al dibujante manacorí Jaume Ramis, que compartía piso con el actor.
En el caso de Guillem d'Efak, Tosar opta por la caracterización. «Es un personaje shakesperiano, lleno de vitalidad, gastó su vida con una intensidad brutal».
En el espectáculo, Guillem d'Efak reaparece 20 años después de su muerte en el local barcelonés de la Cova del Drac, epicentro de la Nova Cançó durante la Transición, y recorre su vida a través de sus canciones, fotografías históricas e íntimas, y de un documental que Tosar grabó con el fotógrafo Agustí Torres el pasado diciembre en Mallorca. En la película, personas muy cercanas a Guillem d'Efak recuerdan anécdotas sentadas en un autocar que va recorriendo Mallorca.