El Consell de Mallorca saldará hoy la deuda contraída con el Espai Mallorca de Barcelona. Las trabajadoras de la entidad llevan cinco meses sin cobrar y hace tres años que sufren retrasos en el cobro de sus nóminas. La situación provocó que sus empleadas presentaran en diciembre una demanda contra el Gremi d'Editors de Balears, gestor del centro. Ayer, en Barcelona, los responsables del Gremi y los del Espai Mallorca estaban citados a una reunión de conciliación a la que acudieron las cuatro trabajadoras del centro barcelonés y un representante del Gremi con una carta en la que se argumentaba la ausencia de recursos.
La falta de entendimiento entre las partes, que a media mañana de ayer parecía condenar a las trabajadoras a seguir adelante con la demanda, cambió de rumbo horas más tarde. El presidente del Gremi, Miquel Ferrer, informó por teléfono a cada una de las trabajadoras que el Consell pagará hoy las nóminas pendientes y los gastos correspondientes al segundo semestre del año 2011. En total se trata de unos 125.000 euros, más unos 5.000 euros que aún no se habían cobrado de 2010.
Espai Illes
El futuro del Espai Mallorca sigue pendiente de acuerdos. «La prioridad es pagar y después retomaremos las negociaciones con el Consell y el Govern que habían quedado paradas a causa de la demanda», comentó Ferrer. La aportación anual del Govern al Espai Mallorca fue hasta el año 2010 de 30.000 euros, que deben añadirse a otro tanto aportado por la Generalitat. En el último año se ha barajado la posibilidad de convertir el Espai Mallorca en un Espai Illes, con una aportación principal del Govern y la intervención del Institut d'Estudis Baleàrics. «El futuro sigue siendo incierto y el presupuesto del 2012 no está aun decidido», explicó Amanda Vich, directora del Espai Mallorca.
La programación de actividades culturales quedó el lunes parada por orden del Gremi d'Editors. «Los actos anulados de esta semana no se podrán hacer y no sé lo que pasará en los próximos días», dijo Vich, quien añadió que «espero que nos dejen llevar a cabo actividades».
Se da la paradoja de que a los pocos minutos de la reapertura de las puertas del Espai Mallorca, cerradas por la asistencia de todas las trabajadoras a la citación de conciliación, el italiano Gabriele Scano, en nombre de la Asociación de Sardos de Barcelona, acudió al centro interesado por el modelo de gestión cultural de la entidad. «El Espai Mallorca es un caso fantástico porque ofrece 360 grados de difusión cultural a todos los niveles y tiene una gran oferta», mantuvo.