El próximo día 20 se entregarán los Premios Ciutat de Palma en catalán y castellano y la polémica está servida por la inclusión de esta última lengua, con lo que se rompe una tradición de muchos años. De este modo, la velada que a tal fin organice el Ajuntament de Palma coincidirá con un «encuentro sencillo y austero» al que los escritores están llamados para «protestar» por el citado bilingüismo. El evento, que será en Can Alcover de Palma, ha sido organizada por la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana (AELC) y el PEN Catalá en colaboración con la Obra Cultural Balear (OCB).
El acto viene a ser una continuación del manifiesto que, en el pasasado mes de octubre, las dos primeras asociaciones propusieron a los escritores en catalán «en defensa del prestigio» de los Ciutat de Palma, cuando el PP anunció la llegada del bilingüismo a dichos premios, manifiesto al que se se sumaron 350 autores y entidades «en defensa de nuestra identidad y de nuestra literatura». Estos días, tanto la AELC como el PEN están contactando por email con sus asociados para proponerles la cita del día 20, sobre la que sus esponsables, los escritores Miquel Bezares y Antònia Vicens, respectivamente, quieren recordar que está «abierta» a todas las personas que se solidaricen con esta causa.
Los escritores con los que contactamos ayer ya estaban informados y se mostraron conformes con su objetivo, que es el «apoyo» a la lengua en la que escriben, pero «nunca el rechazo al castellano». Todos son conscientes de que la cultura en catalán sufre una «regresión» en el apoyo institucional y que la crisis es una buena excusa para ello.
La novelista Maria Antònia Oliver se mostró «completamente de acuerdo que se organice este acto de rechazo por la inclusión del casatellano, porque sin esta lengua los premios ya tieene una carrera hecha». Es el catalán, dice, y no el castellano, quien «todavía necesita esta yuda [como la convocatoria del premio], que le sirve de impulso».
En este sentido coincide el poeta y novelista Antoni Vidal Ferrando: «Se debe hacer algo por reivindicar el catalán, que nunca es contra el castellano; en castellano se convocan muchos premios y es una lengua poderosa que no necesita apoyos». Por su parte, otra novelista, Rosa Planas, aseguró que «voy a ir porque creo que, en estos momentos, es necesario llevar a cabo alguna acción en que se vea que existe una sensibilidad lingüística». Planas opina que incluir el castellano en los Ciutat de Palma es «inncesario y absurdo, si quieren hacerlos [en castellano] que los convoquen en otra fecha y escenario».
Sentimiento común
Éste último es un sentimiento común que hemos escuchado ayer y desde las pasadas elecciones, ya que el bilingüismo en los premios fue un compromiso electoral del PP y una de las primeras medidas que tomó en el ámbito cultural.
Rosa Maria Colom, también novelista, dice que «si se hace iré, pero creo que este tipo de acciones no son prácticas porque lo único que consiguen es engordar a los que quieren el castellano». Para Colom, «protestar es darles alas porque no tienen sensibilidad», apostilla.
Para Miquel Ferrà i Martorel, que ha sido ganador del Ciutat de Palma de novela, la velada literaria que pronen la AELC y el PEN es «una forma de decir que ahí estamos los escritores, que seguimos pensando que estos premios tenían una tradición en catalán». Por su parte, Joan Guasp, autor teatral, recuerda que «ya pasó algo parecido en la época Matas [cuando se introdujo el bilingüismo en los premios] y me parece de una necesidad urgente hacer algo; no hay derecho a que nos traten de esta forma, así que como no quiero quejarme, quiero luchar, yo digo que boicot total a los Ciutat de Palma».