Más difícil todavía , de esta guisa titulan los mallorquines Urtain su nueva entrega discográfica, aunque a juzgar por los tiempos que corren bien podría tratarse de una declaración de principios. Con motivo de su presentación en sociedad, el quinteto ha paseado sus canciones por «pequeñas salas de Madrid, Barcelona y Palma, y aunque estamos ampliando fechas en la Península, es complicado para las bandas de aquí por los costes de la insularidad, pero de momento la respuesta ha sido muy positiva», confiesa Julio Molina, vocalista de la banda.
Con los primeros acordes de Películas suecas , el corte que abre el disco, ya sabes que estás ante algo especial que, sin reinventar nada, atrapa por su capacidad para devolverte de forma instantánea a los tiempos en que una canción alcanzaba para vivir. El resto del álbum vuela a buena altura, sin permitir que te despeñes por los riscos del aburrimiento y demostrando que tienen agarrado el rock por las solapas. «Básicamente somos una banda de rock and roll y queríamos que se reflejase en nuestras influencias, hay temas que tienen algo de The Jam o Elvis Costello y otras de las grandes bandas de los ochenta».
El álbum fue grabado en directo en los estudios Felicidad Producciones de Barcelona. Urtain han registrado un debut modélico y en directo tienen todo el aspecto de ser una apología del desorden, la mejor fiesta imaginable, «el directo es quizás nuestra mayor baza y donde podemos mostrar todo el potencial de las canciones. Es muy reconfortante saber que alguien ha pagado una entrada por verte, casi dan ganas de darles las gracias uno por uno».