Mateo Isern, alcalde de Palma, dijo ayer durante una visita a las torres islámicas de El Temple que su equipo de gobierno «repensará» el actual proyecto básico de rehabilitación, elaborado la pasada legislatura mediante concurso por un equipo encabezado por los arquitectos Xisco Pizà y Elías Torres. Isern también visitó Can Serra, el edificio gótico de la Plaça Quadrado para el que el estudio de Martín Luzena finaliza el proyecto de ejecución. Isern dijo que «ni ahora ni en 2012 tendremos dinero» para la restauración, pero que «buscará en todas partes», incluso «patrocinios privados», para ver «si podemos empezar en 2013».
Respecto a El Temple, donde durante la última excavación, realizada en 2009 y 2010 aparecieron nuevos elementos islámicos, el gerente de Urbanismo, Fernando González, añadió que «estamos ante unos restos históricos tan importantes como Bellver [el castillo] y queremos retomar, repensar, qué se va a hacer porque como recinto amurallado es único». González dio a entender que «entre la Comissió de Centre Històric y los técnicos municipales se estudiará lo más conveniente para el edificio», y con esto se refería a qué se conservará del mismo, si sólo la parte histórica, o también los añadidos del XIX, que es como ahora conocemos el inmueble. Pero Isern quiso cerrar el asunto apuntando que «no está nada decidido» y hasta aludió a la posibilidad de convocar otro «concurso».
De momento, el alcalde confirmó que «aquí no haremos oficinas», lo que había sido un proyecto de Cort cuando Álvaro Gijón era concejal de Urbanisme.
Sobre Can Serra, que alberga el artesonado gótico de mayor tamaño de Ciutat colocado in situ , y que actualmente es un edificio en la Unidad de Cuidados Intensivos, Martín Lucena señaló que, si hubiera dinero, la restauración podría comenzar «el año que viene» porque el proyecto está listo.
La propuesta de Lucena es de la «conservar al máximo la parte gótica» del inmueble, que es la que da a la calle Gerreria, y en el añadido del XIX, la fachada que da a la Plaça Quadrado, albergar los servicios generales, taller y sala polivalente. Isern también confirmó que se destinaría a museo «del gótico mallorquín».