La nueva exposición de Patxi Echeverría (Palma, 1955) es una gran biblioteca en la que el libro como objeto, como soporte, deja de ser libro, toma otra personalidad y tiene el privilegio de vivir una segunda vida. Así, la novela deja de ser novela para contar otras historias, conclusiones de la investigación de los materiales por parte de un artista en constante evolución que, después de una década, vuelve a mostrar su trabajo en la Isla. Olor de temps se inaugura mañana, a las 20.00 horas, en la galería Altair de Palma (Sant Jaume, 15).
Libros que se transforman en partituras y que invitan a compartir la pasión del creador por el jazz; y otros que hacen alusión a otra de las grandes inquietudes de Echeverría, «la dualidad, el tiempo, el recuerdo, los laberintos,...». Casi un centenar de piezas, que desprenden olor a antigüedad, y que se presentan ahora cargadas de nuevas lecturas y de experiencias personales, tras la transformación conseguida gracias al «látex, barnices, aceites, ceras, ...».
Después de una década sin mostrar su trabajo en Palma, Patxi Echeverría llega con una propuesta multidisciplinar en la que se puede apreciar su inquietud por abrir siempre nuevos caminos y la evolución de su expresión, marcada a lo largo de su trayectoria por la experimentación de los materiales, algo que se pudo ver en los noventa en la exposición individual que presentó en el Casal Solleric,
En Olor de temps da un paso más en ese estudio, pero también subraya sus mensajes. Lo hace mediante varias «páginas abiertas», en las que conviven «las ceras, los grafitos, la pintura o el barniz» y también otras intervenciones, a través de las que reflexiona sobre la prensa, «sobre el caos de información, de imágenes, el consumismo».
La exposición, en la que el artista ha abierto 'Ma bibliothèque', podrá visitarse hasta el próximo año.