No se consideran expertos en el género, pero juntos han visto alrededor de 8.000 películas de terror. Un bagaje que les permite tener cierto criterio para detectar qué es lo mejor y lo peor de cada una de ellas. La experiencia de Raúl Toral y Juan Carlos Ortega, relatada con «tono jocoso, ameno y cercano», ha sido editada por Dolmen bajo el título de Horror movies y en unos días estará disponible en librerías.
Estos dos aficionados al cine estrenaron este proyecto hace un par de años con la autoedición de Aaarrghh!, del que vendieron un centenar de copias. Ahora el álbum se «profesionaliza» y a sus más de 800 páginas, que se han dividido en dos tomos, han incorporado 50 nuevas películas «de calidad nefasta». «Nos gusta el cine desconocido», lo que ha provocado encuentros con películas «cutres, con respeto a quien las hace, pero es un género que se presta a ello». Es ahí cuando detectan fallos, escenas curiosas o poco creíbles dignos de compartir con otros aficionados al género. Aseguran que en el cine español «pocas se salvan», como Intruders, de Fresnadillo, o Mientras duermes, de Balagueró.
El análisis de Raúl Toral y Juan Carlos Ortega, una «sátira», aporta el punto de vista «de unos aficionados» que desde niños rebuscaban en los fondos de los casi extintos videoclubs y pasaban hora leyendo sinopsis de películas poco o nada populares. Por ello, «no se va a encontrar un análisis muy técnico de las películas», sino un libro con cierto aire «nostálgico» que persigue «que el lector pueda entender lo que le contamos».
Horror movies «no es sólo críticas». También «incluimos joyas del cine como El resplandor o El exorcista», aunque sagas como Crepúsculo no escapan de sus garras. «Es como una telenovela, con una trama y un guión demasiado sencillo y comercial. Está dirigido a un público que no conoce la morfología de un vampiro o un hombre lobo», explican.
La calidad de las películas no está relacionada con el país productor, pero «los buenos argumentos han sido imitados» en la historia del cine de terror.
El editor Vicente García sostiene que el libro, que se desglosa por subgéneros y está ilustrado con carteles o fotogramas de los filmes, ofrece «un análisis exhaustivo» de la historia del cine de terror y es uno de los más detallados y «documentados» que existen en el mercado. La edición será nacional y García destaca su tono «humorístico, entretenido y didáctico».