Los protectores de las torres de defensa han solicitado que Patrimoni Històric del Consell establezca un régimen de visitas a la Fortaleza de Portopetro y a la Torre de sa Roca Fesa, ambas en Santanyí, como establece la ley.
Se trata de dos elementos catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC) que, según la Llei de Patrimoni autonómica de 1998, deben abrirse al público al menos «cuatro días al mes, de manera gratuita, y en horas y días señalados».
La rehabilitación de ambos edificios ha sido denunciada reiteradamente por el Grup per l'Estudi de les Fortificacions Balears (GEFB). En concreto, la de la fortaleza desde 1996, ya que, contrariamente al proyecto original, en las escaleras de acceso se colocó una barandilla de acero inoxidable pulido, «algo totalmente ajeno a lo que es una construcción de este tipo», dijo Angel Aparicio, presidente del GEFB.
Doce años después, en 2009, el Consell ordenaba retirar dicha barandilla. «Pero no se ha cumplido la ley y ahí sigue a día de hoy». Respecto a la torre, el GEFB también critica la escalera, «de un tamaño desproporcionado, pedimos una más pequeña» y que pinten de oscuro el acero inoxidable. Según Aparicio, el Consistorio justifican ambas escalas «porque dicen que tienen muchas visitas, pero nosotros hemos comprobado que, tanto la torre, como la fortaleza, están siempre cerradas; así que, si es verdad que tienen tantas visitas, exigimos que el Consell las regule con un horario y un vigilante». El GEFB forma parte de la Ponencia Técnica de Patrimoni y su presidente sospecha que en Santanyí «esperan que el Consell homologue las escaleras, por eso en septiembre han pedido una moratoria de tres meses»