Una inauguración multitudinaria, presidida por los príncipes de Asturias, dio el pistoletazo de salida a una de las exposiciones más importantes de la temporada. La Fundació Miró de Barcelona albergará hasta el 18 de marzo del 2012 L'escala de l'evasió, una visión panorámica de toda la vida artística de Joan Miró (Barcelona, 1893 - Palma, 1983) a través de 170 obras y 60 años de incansable trabajo.
Acompañados en todo momento por la ministra de Cultura, Àngeles González Sinde; el presidente de la Fundación BBVA, Francisco González, y el presidente de la Fundació Miró, Jaume Freixa; Don Felipe y doña Letizia recorrieron todas las salas de la exhaustiva retrospectiva. Su primera parada tuvo lugar en el cuadro La Masia (1921-1922), exponente de la época en la que Miró estableció un fuerte vínculo con el mundo rural a partir de la finca que sus padres habían comprado en Mont-roig (Tarragona). A mitad de trayecto, los Príncipes conversaron con Joan Punyet Miró, nieto del artista, su mujer y su hija Llucia, quien les obsequió con un libro sobre su bisabuelo. «En estos tiempos tan malos, Miró curiosamente va hacia arriba», dijo Punyet Miró. No en vano, L'escala de l'evasió, en la que las obras se han organizado cronológicamente, alude al aspecto más reivindicativo de Miró y el contexto en el que fue creando toda su obra, haciendo hincapié en los momentos más convulsos del siglo XX.
En el inmenso tríptico Azul (1961), creado en el año 1961, los Príncipes escucharon las explicaciones de Rosa Maria Malet, directora de la Fundació Miró, sobre la atracción que sintió Miró por la filosofía zen y el arte del Extremo Oriente, después de la Segunda Guerra Mundial.
Los Príncipes finalizaron su visita en la sala con las Teles cremades, realizadas en 1973. La experimentación del artista y la época de las revueltas estudiantiles de 1968 despertaron la atención de las autoridades y los invitados a la inauguración, que colapsaron las instalaciones del museo de la montaña de Montjuïc.
La muestra, concebida por la Tate Modern de Londres y la Fundació Joan Miró, viajará en mayo del 2012 a la National Gallery or Art de Washington.