«Llevo pensando en este disco los últimos 20 años», comenta Pascal Comelade. El músico reitera una y otra vez que su nuevo trabajo no es fruto del capricho. «No es ninguna frivolidad», sostiene, a la vez que intenta desbaratar cualquier teoría sobre un álbum en el que ofrece una retrospectiva de su carrera reciente acompañado por una cobla, la formación musical catalana encargada de acompañar las sardanas.
Publicado por Discmedi y con portada de su amigo y colaborador habitual Max, Premio Nacional de Cómic en 2007, Pascal Comelade & Cobla Sant Jordi (2011) ofrece una versión no muy distinta de lo que el artista catalano-francés ha venido desarrollando a lo largo de su carrera, aunque según el autor ha sido un trabajo complicado adaptar las canciones. «Fue más difícil con algunas canciones que con otras. Adaptar las partituras a las peculiaridades de la cobla ha sido difícil y me ha llevado más de un año de trabajo».
Poco después empezaban los ensayos junto a la Cobla Sant Jordi, fundada en 1983, y finalmente la presentación del proyecto en el Auditori de Barcelona. «Este no es un disco de laboratorio», remarca. «Hemos estado tocando estas canciones en directo, así como suenan en el álbum». De hecho, la pasada semana ofrecieron una nueva actuación conjunta en el Mercat de Música Viva de Vic y, por lo que comenta él, habrá sido seguramente la última oportunidad para ver su nuevo álbum en vivo.
Proyectos
A Pascal Comelade le espera un año ajetreado: prepara nuevo trabajo doble junto al cantautor Albert Pla, con el que actuará el próximo octubre en Mallorca. «Trabajar con Albert es fácil. Es como un diálogo en el que uno empieza la frase y el otro adivina el final, una colaboración radical. También estoy colaborando con Enric Casasses. Me gusta hacer estas cosas porque para mí es como una conversación de bar». Un pasatiempo tras el esfuerzo que ha supuesto readaptar su repertorio.
«Hemos escogido las canciones más evidentes», cuenta. «Lo que ha costado más ha sido amoldarse a una fórmula cerrada como la de la cobla». Y enseguida desmonta cualquier posible interpretación excesivamente pretenciosa del proyecto: «Es algo muy sencillo. Es música popular, música para ser interpretada en la calle, en la plaza del pueblo. No hay ningún discurso detrás: sólo me interesa la música popular, vivir la música popular». Ése es el espíritu que da vida a un trabajo en el que ofrece nuevas versiones de algunos de sus temas más célebres, como Sense el ressò del dring, El bolero del Raval o Sardana dels desamparats.
Con una discografía que se extiende más allá de las cuarenta referencias y tras haber colaborado con artistas como Robert Wyatt, PJ Harvey, Lluís Llach y Jaume Sisa, Pascal Comelade puede presumir de ser uno de los músicos europeos más importantes de nuestro tiempo. Y de no hacer nada por frivolidad, también.