Matemática pura. Si han brillado por separado, la suma de Josep Maria Thió y Gerard Quintana con el resto de componentes de Sopa de Cabra tiene que acabar derritiendo dinamos y levantado polvareda. Los catalanes se reencuentran con su público para celebrar su vigésimo quinto aniversario, la gira, con escala en Palma el 17 de septiembre en el recinto de Son Fusteret, está agotando el papel de cuanta ciudad se cruza a su paso, en ella juguetean con sus clásicos, los clichés del rock català y ese devocionario que encabezan Jimmy Hendrix, The Rolling Stones y Led Zeppelin.
Dos décadas y media después, sus canciones resplandecen como hits, con estribillos pegadizos, la quintaesencia del rock'n'roll… y del folk, el blues y lo que se les ponga a tiro. «Nos complace comprobar que nuestras viejas canciones soportan el paso del tiempo», desvela Josep Maria Thió, miembro fundador de la banda, que confirma las buenas sensaciones impresas sobre los escenarios desde su reciente reunificación.
«Trabajamos con una lista de unas treinta canciones que vamos alternando, son los temas con los que nos sentimos más cómodos», entre los que no faltarán sus partituras más recordadas, L'empordà , Mai trobaràs o Podré tornar enrere , piezas que en la voz del celador del rock català, Gerard Quintana, rearman un rock envejecido en barrica de roble que, durante casi una década, ha acumulado polvo con su silencio. ¿Cabe la posibilidad de grabar nuevas canciones en un futuro cercano? Thió asegura que la idea de la banda era unirse «para conmemorar nuestro vigésimo quinto aniversario y, una vez finalizada la gira, ya veremos. Aunque, mientras estemos juntos la posibilidad existe, claro».
Sopa de Cabra. 17 de septiembre. Recinto de son Fusteret de Palma.