Con un look muy casual -pantalón pitillo gris y camiseta negra- se presentó Dani Martín ante sus fieles seguidores, que le acompañaron en el concierto que el cantante ofreció ayer en el recinto Son Fusteret de Palma. Las letras y las melodías del rockero sedujeron a sus seguidores.
«¡Arriba Palma!», gritó el cantante al subir a las tablas de un escenario adaptado para la ocasión, con dos bicicletas dibujadas en los laterales y el título de su debut en solitario, Pequeño, en formato gigante. Las fans corearon temas como El puzzle, que abrió el concierto; Eres, Los valientes de la pandilla, La verdad, 16 añitos o Mira la vida.
Las seguidoras más fieles del exvocalista de El Canto del Loco no quisieron esperar a que llegase la noche de ayer y se plantaron en Son Fusteret a las siete de la tarde del viernes. «Le seguimos por todo el país, no sólo por su música, sino por lo bien que nos trata siempre», dijo Anto Izquierdo, de 19 años. «Dani ya nos conoce y siempre nos agradece el esfuerzo», añadió. Por su parte, otra de las chicas, Miriam Font, de 18, se había trasladado desde Barcelona para ver a su ídolo en directo. «Muchas fans ya nos conocemos de habernos encontrado en otros conciertos, así que somos como una gran familia», afirmó.
Sobre la aventura en solitario de Martín, Izquierdo cuenta que «es más personal, más sensible...». Mientras llega el momento de salir corriendo para colocarse en primera fila -las propias admiradoras tienen un sistema de orden de llegada para evitar conflictos-, las jóvenes se entretienen «jugando a cartas, charlando y, en la medida de lo posible, durmiendo», dijo otra fan, Cris Llamas, de 19 años.
Tanto empeño en estar en primera fila tiene un porqué: «El concierto no tendría el mismo sentido si Dani no te mira a los ojos mientras está cantando», señaló la joven.