La crisis ha marcado la temporada de conciertos del verano, en la que faltan grandes artistas de talla internacional, aunque algún veterano se asomará por nuestros lares, y ha obligado a reducir drásticamente el número de citas con la música, tanto en los grandes recintos como en las fiestas de los pueblos. No obstante, la oferta se mantiene variada y para todos los públicos.
La bizarra apuesta de los promotores locales por el pop catalán se hace patente al contar con las actuaciones de los máximos exponentes de este estilo: Manel y Antònia Font. También habrá lugar para los adolescentes acérrimos a lo más comercial con Dani Martín, Andy Lucas o Maldita Nerea. Los grandes festivales de música clásica acogerán a músicos de estilos diversos como Noa, que, con su estilo folklórico, ofrecerá canciones napolitanas; Ara Malikian Ensemble o Div4s, que cantarán bandas sonoras de Nino Rota.
El rock de Biffy Clyro o el rap de tintes electrónicos de Dizzee Rascal, ambos avalados por la revista gurú del indie , la New Musical Express , satisfacerán las necesidades de los inquietos por la música británica. Y grupos de estilos diferentes, pero con influencias anglosajonas, como son los madrileños Vetusta Morla y los recientemente reunidos Sexy Sadie, estarán en Inca.
Los veteranos del verano de 2011 serán Seal, Madness y Duran Duran. El rock catalán de Els Pets y la rumba de Muchachito Bombo Infierno se volverá a dar cita en las verbenas de Felanitx. En fin, un verano ajetreado, pero escaso de artistas líderes mundialmente conocidos.