La sociedad cambia, el arte evoluciona y Es Baluard también. El equipo directivo del museo de arte moderno y contemporáneo de Palma presentó ayer el nuevo Plan museológico, «un instrumento necesario para definir sus funciones, sus objetivos y las líneas de actuación del centro de cara a su futura gestión», explicó su directora, Cristina Ros.
Desde antes de su fundación, en 2004, Es Baluard ya disponía de un Plan museológico, pero «era demasiado generalista», aseguró Ros. La dirección del centro esmentó que «el anterior plan no citaba el estudio de conservación de las obras, las actividades ni determinaba las pautas de trabajo ni los objetivos previstos, por ejemplo». El nuevo plan, aprobado el pasado mes de abril por el patronato de la fundación del museo y revisado por entidades, asociaciones e instituciones vinculadas al arte, describe los espacios, el plan de actuación, la programación, el presupuesto de cada año, el aforo de las salas, el control del número de visitantes o los recursos humanos de los que dispone el museo. También detalla los puntos fuertes y las deficiencias detectadas en las diversas áreas que conforman el equipo del museo. Además, servirá de herramienta informativa para los órganos de gobierno, sus asesores y el equipo del centro. Según la directora de Es Baluard, «la principal finalidad de este Plan museológico es garantizar que se mantenga y respete un trabajo excelente realizado por parte del equipo de dirección». La próxima dirección, pendiente de la decisión del nuevo patronato tras el cambio de gobierno, será el encargado de llevar a cabo la elaboración de un plan estratégico que tendrá una validez de cuatro años.
El Plan museológico deberá ser revisado obligatoriamente cada diez años, aunque podrá ser revocado por el próximo patronato, confiesa Cristina Ros, quien asegura que le parecería «absurdo» dejar sin efecto este texto después del costoso trabajo de elaboración.