Por circunstancias históricas «poco claras», la torre de Sant Francesc, construida por los pescadores del puerto de Andratx en 1739 para protegerlo, no figuró en ningún catálogo de protección del patrimonio histórico hasta 2007, que entró en el municipal. No obstante, como torre de defensa, debería ser considerada un Bien de Interés Cultural (BIC), según la legislación estatal de 1949 sobre castillos y fortificaciones. Esta situación anómala va a ser corregida por el Consistorio.
Según explicó el arqueólogo municipal, Joan Carles Lladó, el Ajuntament acudirá a Patrimoni Històric del Consell para solicitar la incoación del expediente de catalogación de BIC y, además, la torre de Sant Francesc entrará a formar parte de un plan de señalización «del puerto y de dos barrios antiguos», dentro de un proyecto más amplio para poner en valor el patrimonio de la localidad.
La iniciativa de rescatar la torre para el catálogo BIC surgió del Grup per l'Estudi de les Fortificacións Balears (GEFB), cuyo presidente, Àngel Aparicio, lo solicitó formalmente a la alcaldesa de Andratx, Isabel Alemany, mediante un escrito, el pasado día 8 de abril. En el mismo le explicaba que «la falta de catalogación, y por tanto de cualquier protección, ha repercutido negativamente en la conservación del aspecto arquitectónico del edificio». En la actualidad, la torre es una vivienda «mimetizada con el entorno», por lo que ha perdido «su fisonomía peculiar».
Según Aparicio, quien escribió sobre la torre un artículo de investigación publicado en 2002 por el Institut d'Estudis Baleàrics (IEB), ya fue descrita por el Arxiduc como una torre «de marés», además la dibujó y la llamó de s'Alcobar. Se trata de una torre costera cuadrada, por tanto de «tipología única», que los pescadores debieron de copiar de alguna possessió . «No eran albañiles, no la pudieron hacer redonda», dijo Aparicio.