Éxito del Requiem presidido por la Reina

El silencio entre el público fue tan intenso que hasta casi se podía escuchar. Sucedió ayer en la Seu, donde la Reina, en compañía de su hermana, Irene de Grecia, presidió una interpretación del Requiem de Mozart a favor de Projecte Home sobre la que Tomeu Català, responsable de dicha entidad, comentaba al final a quienes le felicitaban que «fue inspiradora».
La batuta de Salvador Brotons, director de la Orquestra Simfònica, imprimió el brío necesario a músicos y cantantes en una interpretación que Joan Company, director de la Coral de la Universitat, que participaba, calificó de «extraordinaria». El elenco lo completaron los jóvenes del Cor de Sant Josep Obrer y los solistas Laia Falcón, Anna Moroz, Taro Kato y Damián del Castillo, de la Escuela de Música Reina Sofía.
Fue el inicio perfecto para las vacaciones de Pascua: la presencia de doña Sofía en la Catedral y el Requiem más popular entre los aficionados a la música, cantado y tocado no sólo con corrección, sino con entusiasmo y pasión, como así lo sintieron los 1.700 asistentes.
Organizado por el Rotary Club Palma Ramon Llull, su presidente, Luis Pinya, que al terminar el acto recibió numerosas felicitaciones, agradeció a todos lo que habían colaborado «desinteresadamente» para que el concierto fuera posible, y lo dedicó al empresario Mariano Sacristán, fallecido el pasado mes; por su parte, Català añadió que la recaudación de este evento solidario irá destinada a la nueva sede de Projecte Home.
La Reina, que había sido recibida por las autoridades civiles, militares y eclesiásticas a la entrada del templo, fue despedida por el público asistente con una larga ovación. Pero antes de abandonar la Seu, posó con músicos, cantantes, autoridades y organizadores y tuvo palabras de felicitación para todos, además de para los representantes de las empresas patrocinadoras, con quienes comentó detalles del concierto: Alejandra Company, de Malla; Carmen Serra, de Ultima Hora; Lorenzo Fluxà, de Camper; Sebastián Escarrer, de Sol Melià; José Milián, de Impresrapit, y Àlvaro Middelman, de Air Berlin.