Cinco peldaños de escalera, el inicio de un pasadizo adintelado y una canalización de cerámica de unos 40 centímetros de diámetro, además del muro de cimentación, son los nuevos elementos surgidos durante la campaña de excavación en el Castell de Bellver que los arqueólogos de la empresa Elements ha llevado a cabo en 2010.
Estos hallazgos apuntan hacia una salida exterior y dan fuerza a la hipótesis de que el castillo y las cuevas están unidos en algún punto. La hipótesis la lanzó en 2009 el investigador Pere Galiana Veiret en su libro Les coves de Bellver, editado por Cort, quien mantiene que fueron construidas por estrategia militar y se utilizarían como salida de emergencia del castillo. Aunque los arqueólogos deberán seguir investigando, en sus conclusiones apuntan que «la comunicación descubierta se interpreta como un acceso diseñado como posible salida secreta desde el castillo hasta un punto aún indeterminado de las cuevas o del bosque de Bellver», al mismo tiempo que «no se deja de lado el posible uso de este núcleo de acceso durante el transporte de material desde la cantera del subsuelo» hasta el mismo castillo. Los elementos hallados durante la excavación corresponden a la época original del castillo, que mando construir el Jaume II hacia el año 1300.
Los arqueólogos han elaborado infografías interpretativas de las estructuras excavadas, lo que permite que nos podamos hacer una idea de cómo sería la escapatoria diseñada en la Edad Media en caso de peligro para el rey y sus tropas.