La dirección del museo Chillida-Leku de Hernani (Guipúzcoa) ha presentado un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal y ha decidido cerrar sus puertas a partir del próximo 1 de enero, ha comunicado hoy la familia del escultor guipuzcoano Eduardo Chillida en un comunicado.
Se trata de un cierre «temporal» que está motivado por la «situación de déficit recurrente» que padece este museo y que se ha visto agravada por la «crisis económica general».
Según ha explicado la familia Chillida, que firma el comunicado, la situación de déficit de este espacio expositivo es similar a la que padece «la práctica totalidad de los museos de obra artística», si bien la coyuntura económica actual ha «disparado las cifras deficitarias a niveles insostenibles desde la perspectiva de una iniciativa privada».
El ERE, cuya tramitación ya ha sido solicitada por los responsables del museo, afectará a los 23 empleados que actualmente trabajan en Chillida-Leku.
La dirección de este centro de arte, que este año ha cumplido su décimo aniversario, ha avanzado que sigue «abierta a un acuerdo que respete las condiciones que considera imprescindibles para asegurar la continuidad» del proyecto «tal y como lo definieron Eduardo Chillida y Pilar Belzunce, sus creadores».
Aunque se mantendrá temporalmente cerrado al público, el museo continuará con sus actividades paralelas, como la conservación del patrimonio artístico del autor o la organización de exposiciones «nacionales e internacionales».
La familia de Euduardo Chillida ha recordado que, desde su inauguración en 2000, un total de 810.000 personas han contemplado la obra del artista en los cuidados jardines de Chillida-Leku, una cifra que lo sitúa como el primer museo de arte de Guipúzcoa en número de visitantes.
Además, Chillida-Leku ha recibido un «alto grado» de aceptación en las encuestas realizadas, por lo que, según su dirección, es uno de los cuatro principales museos del País Vasco.
Las informaciones sobre los problemas financieros de este equipamiento cultural han sido recurrentes en los últimos meses, motivo por el que el pasado lunes el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, planteó que todas las instituciones «estatales y vascas» constituyan «una mesa de trabajo resolutiva con carácter inmediato» para intentar evitar su cierre.
Elorza destacó la necesidad de «buscar un compromiso efectivo que permita dar salida a la situación de la fundación de la familia Chillida, sobre la base de un cambio de modelo de gestión».
El pasado septiembre, Luis Chillida, director del museo e hijo del escultor, explicó que llevaba meses en contacto con las distintas instituciones para intentar recabar las ayudas que permitieran mantener el proyecto.
Luis Chillida planteó la posibilidad de abrir el centro de arte a exposiciones temporales de grandes creadores como una fórmula para garantizar su supervivencia, aunque para ello resultaba necesaria la construcción de un nuevo edificio, ya que el caserío Zabalaga, el único lugar cubierto de Chillida-Leku, no reúne las dimensiones adecuadas para ello.
El pasado 26 de septiembre se cumplieron diez años de la inauguración del museo, en un acto presidido por los Reyes de España y por el entonces canciller alemán Gerhard Schroeder, con el que Eduardo Chillida, quien murió dos años después, vio cumplido su sueño.