La sala de exposiciones temporales del museo modernista Can Prunera de Sóller fue ayer el escenario de la inauguración de Veles de mar , la nueva exposición de la escultora Betty Gold. Fotografías, maquetas de esculturas y una videoproyección conforman esta muestra que la artista americana describió como «futurista y de fantasía».
Pere A. Serra, presidente de la Fundació Tren de l´Art, abrió el acto con unas palabras dedicadas a Gold: «La primera vez que conocí a Betty Gold fue durante una exposición en la Universiada de Palma. Una de esas esculturas era suya y ésa fue su primera muestra de afecto hacia nuestra Isla». «Betty Gold ha demostrado ser una artista aferrada a sus ideas, con una gran inquietud y una gran personalidad, propia de un genio. Así como Picasso o Miró encontraron su propio lenguaje, Betty también lo ha encontrado», añadió.
Por su parte, Gold recordó que «durante mis primeros días de mi primera vez en Mallorca estuve dos años viviendo en el Port de Sóller y me quedé con una gran impresión de la Isla», y confesó: «Siento una felicidad que no puedo explicar».
La artista estuvo arropada por autoridades y artistas como Josep Lluís Colom, alcalde de Sóller, y Francisco Rodríguez, concejal de Urbanisme de la localidad. El Tren de Sóller estuvo representado por su presidente, Óscar Mayol, y los consejeros Vicenç Sastre, Santiago Mayol, Amador Pastor y Antoni Pons. También estuvieron presentes Rogelio Araújo, director del museo; la joyera Isabel Guarch; Fernando Mulet, ex presidente de Rotary Club; Lola Durán, comisaria de arte; el galerista Joan Guaita, y los artistas Eva Choung-Fux, Aina Pastor, Patrick Guino, Cati Munar, Paco Lorente, Christian Karis, Miki Antón, Joan Soler, Camilla Huisgen e Isabel Coll, entre otros.