Superado el lance que canceló su visita a la capital balear el pasado verano, El Barrio -notorio exponente de la fusión flamenca-, repasará esta noche lo más granado de su trayectoria en el Palma Arena. José Luis Figuereo habla claro y sin tapujos: «He nacido con la música, he crecido con la música y no concibo mi vida sin la música».
Es la palabra de un autor cuyas raíces musicales les conectan con formaciones pioneras del flamenco-rock como Triana, Medina Azahara o Alameda. De ellos nutre un cancionero que respira esa melodía con lunares empapada del rock andaluz de los años setenta. Presentará Duermevela (2009), álbum que contiene catorce temas que desbordan sentimiento 'barriero', calificativo con el que el enjambre de seguidores del artista designa su peculiar graduación musical.
Pese a atravesar un grácil estado de forma artística, José Luis sigue con los pies soldados al suelo, «en mis canciones intento reflejar lo que veo, lo que me preocupa, que es lo que te preocupa a ti y a todo el mundo. Creo que la mayoría de la gente que escucha estas canciones se ve reflejada en esa problemática y hace la historia suya». Quizá este sea el motivo causante del estrecho vínculo que le une al público, «es algo difícil de explicar, pero existe una comunión entre mi público y yo que nos hace parecer una familia, un grupo de gente con una forma de pensar y una filosofía de vida muy parecida».
Pese a mostrar síntomas de una envidiable madurez interpretativa, el gaditano confiesa «agudizar mucho el ingenio para no caer en la reiteración, intento no quedarme estancado y trato de superarme siempre». Para el artista no existen fórmulas mágicas a la hora de componer, tan sólo de una acertada combinación entre inspiración e implicación puede brotar un trabajo a la altura de las expectativas, «intento ofrecer algo distinto en cada nuevo trabajo y eso casi siempre requiere de un gran esfuerzo, muchas horas de darle vueltas, muchas noches sin dormir».