A la hora de animar el cotarro se notan las horas de carretera y las giras interminables. Esto quedó constatado ayer en el festival Retropop que tuvo lugar en el Palma Arena, en el que La Guardia, La Frontera, Los Rebeldes, El Norte, Tam Tam Go, El Regreso, Tennessee, Los Refrescos, La Trampa y Amistades Peligrosas hicieron vibrar a grandes y pequeños en una velada que recordó a los guateques de los años 80 y 90. Canciones como Aquí no hay playa o Atracción Fatal, entre otras muchas, hicieron saltar a los cerca de 4.000 asistentes que disfrutaron de once horas de música, eso sí, con pequeñas paradas para poder descansar un poco los pies, que hacía falta.
El Norte abrió, alrededor de las 18.00 horas, una sesión de actuaciones que estuvo bien acompañada por un ambiente de buen rollo por parte de los asistentes, la mayoría con cerveza en mano y también el cigarrillo, a pesar de que está prohibido fumar en el recinto. Eso daba igual, era la noche de la fiesta revival, la noche de los veteranos.
Unas bandas que dieron una lección a los nuevos grupos de hoy en día en cuanto a saber manejar bien a su público y hacerles sentirse como en casa.
También hubo lugar para las sorpresas, como la inesperada aparición de Los Inhumanos, que con su Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000 estallaron los altavoces del velódromo.
Con el sonido de las palmas de fondo, casi ensordecedor, Juan Pineda, de 40 años, afirmaba eufórico que «esto me recuerda a mis años de juventud y a mi primer amor, ¡es una caña!». Otro de los asistentes, Miguel Socias, de 41, reconocía que «me siento como si estuviera en los garitos de mi época, me trae muy buenos recuerdos».
Pero no sólo gente de aquellos años movía el esqueleto, también se pudo ver a muchos jóvenes, como a Marta Llompart, de 28 años. «A mis amigas y a mí siempre nos ha gustado este tipo de música, es muy animada y divertida», aseguraba la joven. A la hora de cerrar esta crónica, el más vitoreado fue Jaime Urrutia, pero la tierra tira mucho y El Regreso fue el grupo que más aplausos se llevó en una noche calurosa pero, al mismo tiempo, muy fresca, que continuaba.