Arropado por un grupo femenino de fans, David Bisbal ofreció ayer en Palma la primera rueda de prensa de su nueva gira, Sin mirar atrás Tour 2010, un espectáculo que recalará en Ciutat, en la plaza de toros, el próximo 10 de julio con «temas nuevos y de anteriores álbumes». Un repertorio que al artista, según reconocía ayer, «cada vez me cuesta más elegir» y que, en los próximos días, comenzará a ensayar en su Almería natal, donde arrancará el tour el 28 de mayo.
Disfrutando de «la energía y el atractivo de la Isla», donde ya actuó el pasado diciembre en una gira de teatros, el intérprete toma un respiro tras finalizar su gira latinoamericana de 33 conciertos. «Me encanta Mallorca y su afición al ciclismo. Me hubiera gustado participar en la próxima vuelta que se va a celebrar en la Isla», [Mallorca 312], comentó Bisbal, quien asegura que, «gracias al deporte, me recupero fácilmente» del trabajo.
A este artista, consagrado, también le pasa factura la crisis. «La actual gira es de cuarenta conciertos. Con Bulería hice 80 y con Renovatio, 65. El desempleo ha afectado a la compra de discos y a la asistencia a conciertos». Algo que, según apunta, se ha notado menos en Latinoamérica, donde «no viven una crisis tan fuerte como la nuestra».
Ante la celebración esta semana de la gala de Eurovisión, en la que Daniel Diges representa a España con Algo pequeñito, Bisbal -quien acompañó a Rosa en 2002- reconoció: «Eurovisión es muy difícil. No es un concurso musical, hay muchos convenios y si no nos hacemos 'coleguillas' de otros países...».
Una gira positiva
En Sin mirar atrás, Bisbal reconoce una apuesta por las raíces latinas, por canciones «muy positivas, que hacen sonreír. La gente ya está cansada de escuchar canciones tristes». Algunas de ellas, ya se las ha cantado a su hija, compartió. «Es una bendición. Y ahora, pese a que tengo muchos conciertos aquí en España, será más fácil poder estar con la familia». Y es que la música «es lo que tiene, te pierdes buenos momentos».
Bisbal actuó en el Auditòrium de Palma hace unos meses durante una gira de teatros, espacios donde se siente más a gusto por «la cercanía con la gente, la acústica. Pero en verano hay que poner el alma en disfrutar y, para ello, son mejor los estadios o las plazas de toros», y a la de Palma, advierte, llegará con «una escenografía divertida».