Habían visitado los jardines, la biblioteca de Cultura Artesana del Consell y la Fira del Llibre Antic i d'Ocasió, que el pasado sábado celebraba su clausura, cuando les propusimos acercarnos hasta el monumental ficus, con protección de árbol singular, que mora en La Misericòrdia. Sus veinte metros de altura y sus más de 35 de diámetro de copa, arropando a los 42 escritores que este año respondieron a la invitación de Ultima Hora para celebrar Sant Jordi, nos regalaban, casi de forma inesperada, la instantánea de 2010.
Los autores se van colocando casi sin instrucciones, salvan las enormes raíces del árbol. Se sientan, se apoyan. Algunos osan treparlo. Lo cierto es que cada uno busca su rincón, allí donde se encuentra más cómodo y, a la sombra de este ficus protegido en 2003 por el Govern, opinan unánimemente: «¡Ésta es la mejor!». Y así fue.
Pero el encuentro comenzó antes. La mañana animaba a desperezarse. Los escritores habituales llegaron puntuales, las caras nuevas encontraron a compañeros de fatiga y los que se estrenaron el pasado año, gratamente, repiten. La convocatoria se perfilaba ya en los primeros minutos como histórica y, al final, pudimos confirmar que fue la más participativa, hasta 42 escritores se apuntaron a la celebración. La exitosa respuesta literaria complica el primer reto de este año, visitar la Biblioteca de Cultura Artesana, un hazaña posible gracias al equipo del Departament de Cultura del Consell y a los bibliotecarios. Susurros y señas. Todos debían entrar en la foto. Los lectores, sorprendidos por la presencia de los escritores en lo más alto de la sala, contemplaban atónitos la instantánea. «¿Será un grupo de turistas?», «¿Qué hacen aquí? ¿Habrán cerrado la Seu o el guía ha incluido la ruta 'el milagro de las bibliotecas llenas en Mallorca'?».
La visita duró sólo unos minutos, los únicos en los que reinó el silencio. Luego, camino de los jardines, regresaron las conversaciones, varias presentaciones y se comentaron nuevos proyectos. Algunos tienen previsto publicar por Sant Jordi y comparten con sus compañeros la noticia. Nos detenemos frente al monumental edificio, construido en 1667. En esta ocasión el posado es más fácil.
Era la clausura de la Fira del Llibre Antic i d'Ocasió y los libreros colocaban sus estands mientras nuestros escritores ojeaban algunas publicaciones. Tras la foto de rigor, llegaba la hora de las conversaciones acompañadas de café o croissant, pero antes visitamos el ficus macro thylla, un árbol de cerca de 200 años que, entre tanta literatura, reclamó un poco de atención.
Los escritores preparan Sant Jordi a la sombra del ficus singular de La Misericòrdia
Ana Largo | Palma |