«¿Éste es Tomeu Seguí? Pues parece más un profesor de la universidad que un dibujante de cómic...», dijo ayer un lector al poner cara al autor mallorquín de Las serpientes ciegas, Premio Nacional de Cómic 2009. Los visitantes de la Fira Còmic Nostrum, ubicada en La Misericòrdia y que hoy celebra su última jornada, tuvieron la oportunidad de entrar en contacto directo con algunos de sus creadores favoritos.
El segundo día de feria contó con una participación envidiable, en la que el público familiar y los jóvenes volvieron a dominar entre el gentío. El dibujante Àlex Fito hizo las delicias de los más pequeños plasmando sus sonrisas en caricaturas solidarias, a beneficio de la Fundació Gaspar Hauser.
En cuanto a la firma de libros, Alfonso Azpiri provocó las colas más largas. El creador de la famosa Lorna atrajo a decenas de seguidores, que vieron recompensada la espera con dibujos personalizados. Azpiri, nacido en 1947, fue homenajeado por Còmic Nostrum, junto a la revista Esquitx. Tomeu Seguí y Max, ambos ganadores del Premio Nacional, tampoco pararon de dedicar libros.
En el interior de La Misericòrdia se ofrecían visitas guiadas a las dos exposiciones temporales. Una recoge el proceso creativo de Seguí y la otra explica los efectos de la censura franquista en el cómic, evidenciándolo en viñetas vetadas de títulos como Capitán Trueno.
Isabel Franc y Susanna Martín presentaron su obra Alícia en el món real, basada en la experiencia real de Franc con el cáncer. Las autoras apuntaron que «el formato gráfico hace facilita explicar historias como ésta. Facilita la lectura y es más fácil acercarte emocionalmente». Para tratar una historia como la suya, apuestan por «desdramatizar» y adoptar un tono irónico con una «visión positiva y esperanzadora».
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