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Can Prunera inaugura las salas de Juli Ramis y un 'foner' de Llorenç Rosselló

Bartomeu Llinàs y Marta Gayà descubrieron la escultura. | M. À. Cañellas

| Sóller |

La obra de Juli Ramis (1909-1990) cuenta desde ayer con un espacio permanente en el museo Can Prunera de Sóller. A través de una treintena de piezas del artista solleric, hijo ilustre de la ciudad, se ofrece una amplia mirada a las diversas etapas de la producción plástica de Ramis, marcadas por sus estancias en París y Tánger o por su relación con grandes exponentes del arte del XX, como Picasso, Wilfredo Lam, Juan Gris, Nicolas de Staël o Fautrier. Durante el acto, también se presentó a los asistentes el catálogo de Can Prunera y se inauguró una nueva escultura en los jardines, Foner, del Llorenç Rosselló, que descubrieron el conseller de Cultura, Bartomeu Llinàs, y la diseñadora Marta Gayá ante Fermí Quiñones, nieto del escultor de Artà.
A la inauguración asistió el alcalde de Sóller, Josep Lluís Colom; el presidente de la Fundació Tren de l'Art, Pere A. Serra; el presidente del Ferrocarril de Sóller, Óscar Mayol, el vicepresidente de dicha empresa, Vicenç Sastre, y los consejeros Amador Pastor, Tolo Oliver, Gabriel Carrasco y Antoni Pons; y el director de Can Prunera, Rogelio Araújo.
Pere A. Serra explicó cómo se ha dedicado cada sala a una etapa del artista, que recibió la Medalla d'Or de Balears. Así, en la primera se presenta a un Juli Ramis más adolescente con obras realizadas en Sóller, como es un paisaje del Port de Sóller. En la siguiente se aprecian ya las influencias cubistas y surrealistas y algunas pinceladas de su experimentación con la materia, con obras como Devesa a la llum de la lluna (1942). La tercera sala es un ejemplo de la abstracción que «fue lo que le hizo más famoso», dijo Pere A. Serra, quien comentó cómo Ramis, «nombrado por la revista Times entre los 100 pintores mejores del mundo», «rompió un contrato con el marchante Kahnweiler por no aceptar centrarse en la figuración» y decantarse por la abstracción que, desde los 50, «marca la obra más personal del artista», explicó el galerista Joan Oliver 'Maneu'.
Al acto asistieron, entre otros, el alcalde de Fornalutx, Juan Albertí; los regidores de Sóller Guillem Bernat, Miquel Gual o Toni Femenias; la secretaria general de la Conselleria d'Educació, Catalina Morell; el presidente de Microbank, José Francisco Conrado de Villalonga; los galeristas Joan Oliver 'Maneu' y Joan Guaita; la conservadora de la Col·lecció d'Art Serra, Carme Mateu, o Kettylin Magnusson.

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