«En Tierra Hostil» se llevó seis de los nueve Oscar a los que aspiraba y dio la campanada en la 82 edición de los premios de la Academia de Hollywood, una ceremonia en la que eclipsó a «Avatar», su gran rival.
David venció a Goliat. Kathryn Bigelow se salió con la suya ante su ex marido, James Cameron, y el cine independiente le volvió a ganar la batalla a lo comercial.
«En Tierra Hostil» se llevó las estatuillas a Mejor Película, Dirección (Kathryn Bigelow"), Edición, Guión Original, Edición de Sonido y Mezcla de Sonido, mientras que «Avatar», que aspiraba a nueve premios triunfó en las categorías de Dirección Artística, Efectos Visuales y Fotografía.
«Este es un momento único en mi vida», dijo Bigelow, de 58 años, sobre el escenario.
Mark Boal, guionista del filme, dedicó el triunfo a las tropas estadounidenses desplegadas por todo el mundo.
«Quiero dar las gracias y dedicar esto a nuestras tropas, a las 115.000 personas que siguen en Irak, a los 120.000 de Afganistán y a los más de 30.000 heridos y 4.000 que no lograron volver a sus hogares», dijo Boal.
También fue especial la noche para Jeff Bridges, quien se hizo con su primer Oscar, tras cinco candidaturas, en este caso al Mejor Actor por «Corazón Rebelde», y dedicó el galardón a sus padres -su padre era el actor Lloyd Bridges-.
«Ellos me transmitieron el amor por esta profesión tan genial. Yo soy una extensión de ellos y este premio les honra tanto a ellos como a mí», manifestó el intérprete.
Sandra Bullock, que horas antes había recibido el premio Razzie a la peor actriz del año, por «All About Steve», vivió un momento inolvidable también con su primer Oscar, por «The Blind Side», a la mejor actriz, dedicado a su madre.
«Me dijo que para ser artista había que practicar cada día, y me recordó que no existen razas, religiones, clases sociales, orientaciones sexuales que nos hagan mejores a unos que a otros», proclamó emocionada.
Los Oscar para los actores secundarios fueron a parar, como estaba previsto, a Christoph Waltz ("Malditos Bastardos") y Mo'Nique ("Precious").
«El Oscar y Penélope Cruz, esto es un súper bingo», dijo Waltz al recibir la estatuilla de manos de la actriz española, con una alusión incluida a una de las frases más célebres de su personaje en el filme, el cazador de judíos Hans Landa.
Mo'Nique dedicó el premio a Hattie McDaniel, la primera afroamericana en ganar el Oscar. «Gracias por resistir todo aquello a lo que tuviste que hacer frente para que yo no tuviera que hacerlo», manifestó.
La producción hispano-argentina «El secreto de sus ojos» dio la sorpresa al llevarse el Oscar a la mejor película extranjera, categoría en la que la alemana «La cinta blanca» partía como favorita.
Pedro Almodóvar, que entregó el premio junto a Quentin Tarantino, dio suerte a Juan José Campanella, director del filme.
«Gracias a la Academia por no contar el na'vi (de la película 'Avatar') como lengua extranjera», dijo el realizador bonaerense, quien recordó en su discurso a «los hermanos de Chile», en referencia al terrible terremoto que sufrió el país recientemente y los cientos de muertos que provocó.
El humor de Steve Martin y Alec Baldwin, presentadores de la gala, arrancó risas aunque no convenció a todos, como evidenció el rostro serio de George Clooney en los primeros minutos.
La gala, en la que Penélope Cruz y Javier Bardem se sentaron juntos, se hizo larga y tediosa por momentos, debido sobre todo a unos montajes alargados, discursos sin emoción y homenajes sin demasiado interés, que parecieron incluirse para justificar el esmerado diseño de producción.
El homenaje a John Hughes, figura clave del humor estadounidense en las décadas de 1980 y 1990, reunió sobre el escenario a aquellos que le deben buena parte de su fama, como Macaulay Culkin, Matthew Broderick y Molly Ringwald.
Además Lauren Bacall y Roger Corman, ganadores del Oscar honorífico, recibieron una ovación en pie por parte del público reunido en el teatro Kodak, pero la organización no les dio la oportunidad de subir al escenario.
Hacia el final del evento, que duró más de tres horas y media, el interés subió con la presencia de grandes nombres presentando a los nominados en las categorías de interpretación, y se pudo ver a Michelle Pfeiffer, Tim Robbins, Colin Farrell, Forest Whitaker y Vera Farmiga, entre otros.
El último Oscar, el de mejor película, lo entregó un clásico en estas ceremonias: Tom Hanks.