Baja el telón y uno quiere más. La hora y media que dura Slava's Snowshow "que se podrá ver del 11 al 15 de noviembre en el Auditòrium de Palma- se hace corta. Una decena de números de la mejor escuela de clowns sirve para rememorar a Tricicle en simbiosis con Chaplin y Marcel Marceau, acompañados de la música de Vangelis, Joaquín Rodrigo, Beethoven, Ravel y Henry Mancini. Sensaciones a flor de piel. Puro sentimiento.
Este espectáculo total, que obliga a participar al público encerrándolo en una tela de araña gigante o incitándolo a entablar una guerra de agua, visitará a Mallorca. Es para no perdérselo.
No en vano este baño de sensaciones está recomendado par público desde los 8 años en adelante, tras un periplo de 15 años de gira en 120 ciudades de 30 países y tres millones y pico de espectadores.
Cada vez que aterriza en la Gran Manzana, por ejemplo, el dramático, hilarante e impactante show del maestro de clowns Slava Polunin llena los teatros de Broadway y, de paso, se hace con algún que otro Tony. Lo último: el grupo del ruso participó con varios números de payasos en el montaje Alegría, del Cirque du Soleil.
El miércoles pasado se presentó en España unas horas antes de llenar el Nuevo Teatro Apolo de Madrid. El público no cesó de aplaudir durante los diez números, repletos de sentimiento, alegría, miedo, sorpresa, timidez, tristeza y grandes dosis de nieve que no deja de caer sobre las butacas.
Slava's Snowshow es una buena versión de Esperando a Godot con mimo y alguna viñeta, como la de la barca a la deriva, que recuerda a los mejores Tricicle. O la soledad de la nieve, una mezcla del ciclotímico Chaplin y el tristísimo Buster Keaton. Hay mucho más, pero es sorpresa.