JUAN MORA
Los propietarios de tiendas de discos en Mallorca no logran ver un porvenir de garantías en este negocio. El futuro está lleno de dudas e incertidumbres. Hoy por hoy, su principal objetivo es el de tratar de mantener los puntos de venta de los que disponen. Una posible recuperación que iguale la época de esplendor es algo «irreal y utópico». Un análisis realizado por la compañía de información 11811, el pasado mes de junio, con motivo del día internacional de la música, señala a Balears como la comunidad autónoma en la que un mayor porcentaje de tiendas de discos han cerrado en el último año y medio.
Propietarios y encargados de tiendas todavía existentes como Xocolat, Tot Clàssics, El Corte Inglés, Discos Oh, Baba y Discos Gong han comentado a este periódico sus opiniones y puntos de vista sobre esta doble crisis, tanto del disco como económica mundial, y las medidas que se han visto obligados a tomar para luchar por la supervivencia de sus negocios.
Desde el sector, una serie de tiendas han optado por reducir su espacio de música y aumentar el audiovisual y otro tipo de complementos. Así lo explicó Juan Campos, propietario de Discos Oh y disc-jockey profesional. «Cuando abrí en los 60 tenía un 90% de discos y un 10% de complementos de audio, como vinilos y material para pinchar; ahora he tenido que darle la vuelta a la tortilla». Las tiendas Baba de Inca y Manacor también han reducido su espacio musical y, en cambio, han aumentado el audiovisual: «Desde que el negocio empezó a ir mal hemos ido ofreciendo más películas, videojuegos y consolas para poder seguir adelante», explicó uno de sus dueños, Miquel Barceló.
Otros se han esforzado aún más en prestar una mejor calidad de sus servicios, con un mejor conocimiento musical y mejores recomendaciones para el cliente. Miguel Àngel Sancho, responsable de Xocolat, comentó que «ahora ofrecemos un trato más cercano y dedicamos más tiempo a hacer recomendaciones musicales con el CD de la semana o el CD del mes».
Por otro lado, también hay tiendas que se han centrado en ser más competitivas en cuanto a precios y complementos. Toni Sánchez, director de relaciones externas de El Corte Ingles, explicó: «Nuestra estrategia es atraer al cliente con precios bajos y con complementos exclusivos como, por ejemplo, CD especiales o camisetas que acompañen a nuestros productos. Estos los obtendremos gracias a los contratos particulares que hacemos con las discográficas». Discos Gong tiene una política parecida en cuanto a sus precios competitivos: «Aseguramos un buen precio , además, encontrar cualquier CD, por muy exclusivo que sea, en un periodo de tiempo corto», explicó el responsable, Gregorio Garde.
A pesar de las estrategias económicas, los empresarios creen que este sector «nunca volverá a ser lo que fue; ahora sólo queda aguantar e ir sobreviviendo, aunque cada vez será más difícil», reflexionó Barceló. Solo unos cuantos podrán mantener sus puntos de venta actuales. Sancho comentó que «de los 36 puntos de venta que llegué a tener ahora solo me quedan seis».
Hay propietarios que han llegado a pensar que las tiendas de discos desaparecerán en un futuro próximo, como es el caso de Barceló, quien comentó que «si esto sigue así, en un par de años no quedará ninguna». Campos tiene una visión todavía más negativa del asunto y cree que «pase lo que pase el futuro de este negocio está en la tumba».
La única posible solución que la mayoría de empresarios ven a esta crisis es que desde la legislación se tomen medidas serias para parar la descarga ilegal, porque «la gente del negocio de la música ya se ha cansado de luchar para concienciar a los usuarios de que la piratería consiste en robar los derechos intelectuales y que ésta perjudica a muchas personas», explicó Sancho. El sector del disco coincide en que la piratería ha sido la principal causa de que sus negocios se vayan al garete, y ven como principales culpables, tanto a la falta de legislación, por no haber sido capaz de defenderlos de aquella, como a las compañías telefónicas por «fomentar sus ventas de banda ancha relacionándolas con las descargas ilegales».
Por otro lado, la única tienda que se ha visto más afectada por la crisis mundial económica que por la crisis del disco ha sido Tot Clàssics, de Joaquín García, quién al dedicarse a la música clásica piensa que sus clientes, por lo general, buscan calidad y no discos piratas. Por eso, para él, «la crisis del disco no es tan sangrante, ahora me afecta la crisis económica».