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«Los protagonistas de la historia ya no son los reyes y las batallas. Son los hombres y sus formas de vida», explica Guillem Rosselló Bordoy. En ese ámbito de la investigación histórica se encuentra el libro La casa gòtica a la ciutat de Mallorca, que el historiador acaba de publicar junto a Maria Barceló Crespí. Se trata de un estudio que documenta las características de las viviendas edificadas durante los siglos XIV y XV en Palma.
Los autores han realizado trabajo de campo y, sobre todo, de documentación. Ha habido mucha «investigación post mortem, sobre casas que ya no existen». De hecho, se conservan muy pocas casas góticas en Palma, cuyo casco antiguo actual es mayoritariamente barroco. «La casa es la edificación que más cambia, porque es donde la gente vive. Se degrada y los cambios son muy frecuentes», explica Rosselló Bordoy. Así, no hay testimonios visibles de las viviendas góticas de poca categoría, que tenían una o dos plantas y unos 60 metros cuadrados. En este caso, el estudio se ha basado en la comparación con otras ciudades continentales. Por contra, se han conservado mejor los «edificios grandes, ya que estaban mejor construidos». Can Oleo y Can Serra son las más intactas. Can Quint, Can Burgues y Can Bonapart son algunas de las que han sido estudiadas detalladamente en la obra.
El libro explica con detalle la estructura y distribución de las viviendas. La planta baja era el área de acceso, del servicio y de trabajo. Allí estaban los establos o el almacén. En la planta noble estaba el área privada, dedicada a la vida familiar: cocina, dormitorios y comedor. La planta superior solía servir de almacén para comida. Además, los comerciantes o profesionales liberales tenían un estudio, situado en un altillo. El volumen habla -e ilustra con imágenes- de algunos detalles característicos de la casa gótica mallorquina: el portal y el portalet, ventanas ajimezadas, ventanales decorados, el patio interior y la escalera, el artesonado del tejado o el porche.
Otros aspectos que se analizan son la decoración, el proceso de construcción o los espacios que rodeaban las edificaciones. La obra, publicada por Lleonard Muntaner y el Institut d'Estudis Baleàrics, es el complemento de La vida medieval en la ciudad mediterránea, que los autores publicaron hace un par de años.