Partiendo de planchas de cobre y con el punzón como herramiento principal de trabajo, seis artistas vuelven a demostrar el abanico de posibilidades que ofrecen los procesos de grabado tradicional. La exposición Puntes seques, que se inaugura hoy, recibe su nombre del «primario» procedimiento que se ha utilizado para grabar, rallando pacientemente sobre la plancha. Los artistas comparten una misma técnica, que da lugar a variopintos resultados. En cada caso, es un reflejo de la obra que desarrollan sobre otros soportes.
Alícia Llabrés y Pep Coll experimentan en blanco y negro, mientras Rafa Forteza incorpora color a su lluvia de trazos utilizando el collage, y Menéndez Rojas imprime azul sobre el mar en el que nadan familias de ballenas. Maria Carbonero tiñe de rojo intenso sus retratos protagonizados por negros, y Mariano Mayol reproduce en finos trazos los grafitos de galeras y barcos dibujados en las piedras del Castell de Bellver o sa Llonja. Cada uno de los artistas ha realizado una serie de seis trabajos, de pequeño formato, de los que se ha impreso una edición limitada.