Antonio Calvo Carrión dejó en herencia su entusiasta defensa del universalismo, no sólo como técnica pictórica sino como forma de vida: defendió una corriente que no descarta nada por sistema. Teniendo esto en mente, nadie puede dudar que el pintor estaría encantado con la 'intervención gráfica' que VeoArt ha realizado a partir de su obra, y que se inaugura hoy en el la galería Missió 21 de Palma. Sus lienzos han servido de punto de partida para crear «nuevas obras de arte del siglo XXI», según explica Marifé Pizá, líder del equipo de diseñadores encargados del proyecto.
Las obras de Calvo Carrión, que tuvo una intensa relación con Mallorca hasta que falleció en un accidente en 1979, han sido fotografiadas y luego transformadas siguiendo los preceptos del diseño gráfico y la publicidad. Pizá se ha «acercado» a las pinturas hasta captar la pincelada y el detalle de cada obra, buscando lo que no se ve a primera vista, para luego rodearlo de nuevos elementos. El resultado se ha impreso en hierro y aluminio galvanizado, con lo que el gris metálico se combina con el colorido de las pinturas originales. El objetivo es «sacar la parte osada de los lienzos y darle mi mensaje particular, que es de alegría y buen humor», afirma Pizá. Pequeños puntos de luz, en forma de leds, se cuelan en las piezas para sugerir «vida y energía». Entre los elementos gráficos añadidos destacan los que muestran el año de elaboración de los cuadros. Sirven para «ubicar y contextualizar la obra original» que, como recuerda Concha Calvo, en Mallorca se conocía poco hasta la exposición del año 2007 en Es Baluard. Entonces se descubrió que era más que un retratista y ahora esos cuadros se adaptan a otro siglo.