«¿Sabías que Aleister Crowley vivió en Mallorca?», pregunta Matt Elliott justo antes de despedirse. Quiere saber dónde vivió exactamente, quiere visitar esa casa. Y en cierto sentido, esa trivial pregunta sobre el excéntrico ocultista británico revela más sobre Matt Elliott que todo lo que hemos hablado durante el último cuarto de hora, durante el cual el músico británico se ha dedicado a explicar su evolución del drum'n'bass con Third Eye Foundation al folk centro-europeo de sus últimos trabajos, por qué Howling Songs (Acuarela, 08) es probablemente su mejor trabajo y qué le une con Yann Tiersen. También habla de esa tristeza sin fondo que alimenta sus canciones, las que va a presentar en el Centre de Cultura de Sa Nostra de Palma (c/Concepció, 12).
«Parte del disco fue escrito cuando entramos en el estudio. Supone una gran novedad respecto a mi forma habitual de trabajo. Ha sido todo más espontáneo y natural. Por primera vez, he trabajado con un ingeniero, Nicholas Dick, lo que me ha permitido concentrarme en las canciones y no preocuparme por detalles, como dónde debían ir los micrófonos». Elliott ha cerrado con Howling Songs la trilogía que completan Drinking Songs y Failing Songs; recorriéndolos uno también puede seguir el proceso que le ha llevado de la electrónica a un sonido mucho más orgánico e inspirado por el folk eslavo, griego e incluso español. Ha cambiado el envoltorio, pero el fondo sigue siendo una plomiza tristeza sin límites. «Todo el mundo está triste a cierto nivel o se siente triste en algún momento. A la gente le atraen las canciones tristes porque se siente reflejado en ellas. Mis canciones hablan de una tristeza existencial, sobre la tristeza que provocan nuestras acciones, sobre herir y ser herido. Para mí es algo liberador. Recoger toda tu mierda y meterla en una canción».
En el futuro inmediato están el retorno de The Third Eye Foundation y un proyecto con el francés Yann Tiersen sobre el que prefiere no dar detalles, aunque sí se explaya hablando de la influencia que ha ejercido Tiersen en su música. «Cuando escuché su música por primera vez fue cuando empecé a interesarme por la composición». «Toda mi música viene del mismo sitio. En el fondo sólo ha cambiado la forma de trabajar», explica sobre su paso de la electrónica a la escritura de canciones de forma tradicional. Esta noche habrá un poco de cada cosa, pero todo saldrá de la misma cabeza, aunque él seguramente no necesita ningún gorro triangular para comunicarse con lo oculto.
Matt Elliott. Centre de Cultura de Sa Nostra de Palma.Hoy, 20.00. Gratuito. Reservas 902 160 061