La ubicación de la muestra temporal de Anselm Kiefer en las salas de la planta principal que mostraban el fondo permanente de Es Baluard, de las que éste fue retirado, llamó ayer la atención en la inauguración de la muestra, causando sorpresa entre algunos asistentes. Uno de ellos, el alemán Erwin Bechtold (Colonia, 1925). El artista fue tajante al afirmar que «un museo no puede degradarse a ser sólo una mera sala de exposiciones».
En estos momentos, además de la muestra de Kiefer, el centro de arte ofrece otras dos temporales. Una de carteles de Joan Miró y otra que recoge los trabajos de animación del Master MA ISCA de la Universitat de les Illes. La coincidencia de estas tres ofertas ha derivado en que la exposición permanente del fondo de arte de Es Baluard haya sido sustancialmente reducida. Un hecho que para Bechtold «no es nada lógico», pues «la colección permanente es la esencia de un museo» y, actuaciones como ésta, «van contra la filosofía misma de lo que es un museo».
Para este creador de larga y reconocida trayectoria afincado en Eivissa, «un museo tiene la obligación de salvaguardar los valores que le hicieron nacer. Eso no quita que se organicen exposiciones temporales». Es más, Bechtold aplaudió y felicitó la iniciativa de Es Baluard de ofrecer una retrospectiva de «la calidad del maestro Kiefer», sobre el que asegura que «admiro muchísimo».
Según Bechtold, son muchas las personas que, como a él mismo, les gusta la obra de Kiefer, «pero sus obras pueden estar expuestas en muchos museos del mundo, mientras que la colección permanente de Es Baluard es única y debería ser intocable porque sólo se puede ver en Mallorca». Joan Miró, Joaquim Mir, Santiago Rusiñol, René Magritte, Nicolas de Staël, Kees Van Dongen, Lucio Fontana, Fernand Leger son sólo algunos de los grandes nombres de la historia del arte que integran la colección permanente. «Un museo es otra cosa que una sala de exposiciones, no se puede considerar el valor de un museo a través de sus exposiciones temporales por importantes que sean». En estos momentos, en Es Baluard queda muy poco expuesto de su fondo, sólo la colección de dibujos sobre papel con obras de artistas de las vanguardias históricas, y la colección de cerámicas de Picasso.