CARLES DOMÈNEC x BARCELONA
Aina de Cos es menuda y risueña, tiene la tez clara y los ojos oscuros como la mayoría de compañeros de reparto de Mi aventura en Barcelona aunque su origen esté separado por varios continentes. La actriz mallorquina participó el pasado martes en Barcelona en el último día de rodaje de una serie china después de haber estado desde el 22 de septiembre hasta el 9 de octubre grabando en Shanghai.
La serie es una iniciativa mandarina con la productora catalana Factotum en la que participa Televisió de Catalunya. Tendrá 20 capítulos que se sintonizarán primero en una cadena de Shanghai a partir de febrero y después se verá en todo el país asiático. La audiencia potencial será de centenares de millones de personas, hecho que convertirá a la isleña en una pionera. Después, en una versión más reducida de 6 ó 9 episodios, se emitirá en TV3.
A primera hora de la mañana, en un aparcamiento al aire libre desde el que la silueta de Barcelona se perfila por el mar y la luz clara de otoño, los numerosos transeúntes que visitaban el hospital del Vall d'Hebron, justo enfrente del rodaje, se encontraron con la sorpresa de los chinos. El director Yi Zhu daba órdenes y los cámaras filmaban a un grupo de futbolistas entrenados en la ficción por un joven asiático, novio de María (Aina de Cos). De repente aparece la mallorquina por una esquina del campo. Corre de la mano de una oriental. Juntas sortean jugadores esquivando balonazos. Al llegar al perímetro del rectángulo de juego, De Cos se funde en un abrazo con el chino. La escena se repite tres veces. En un receso, el joven actor aseguró que «Aina es el orgullo no sólo de la película sino también de Mallorca porque será la primera que ruede en Shanghai».
El argumento de la serie es algo intrincado. «Un señor chino que vive en Barcelona padece una enfermedad y decide regresar a China para recuperar un antiguo amor», comentó Aina de Cos. «Descubre que tiene una hija y hay otra que se hace pasar por ella», añadió la actriz, quien contó que «en el avión se encuentra por casualidad con su hija verdadera que ha ido a buscar en Barcelona a su amor, metido en la mafia china de la ciudad». Los tópicos de la trama condujeron a alguna situación paradójica como el aprendizaje de flamenco en Shanghai impartido por una polaca. «Es que hago de profesora y tuvimos que practicar una coreografía de tres minutos», describió la protagonista. El director artístico, Jordi Roig, argumentó que «es una serie pensada para introducir Barcelona en Shanghai que tendrá un gran éxito», y calificó el montaje como «una oportunidad fantástica para los actores europeos».
La mayor parte sucede en Barcelona aunque los interiores se han rodado en Shanghai, ya que casi todo el equipo es chino. Hay dos actores catalanes, Montse Alcoverro y Enric Cusí, y el resto es asiático. Aina de Cos llegó al reparto a través de su representante, Yolanda Fuster, también mallorquina. En enero, la actriz trabajará en el largometraje Los condenados, del realizador Isaki Lacuesta, en una historia sobre los desaparecidos de Argentina y compartirá cartel con Bárbara Leni. Además forma parte de The Raily Trilogy, un proyecto teatral en Inglaterra con tres españoles, dos ingleses, una berlinesa y otra parisina.