La sede de la Fundació ACA, ubicada en la finca de Son Bielí de Búger, estuvo anoche de doble celebración. Por una parte, su presidente fundador, Antoni Caimari, cumplía 65 años, y la entidad celebraba sus treinta años de existencia.
La consellera insular de Cultura, Joana Lluïsa Mascaró, y la consellera de Cultura del Govern, Bàrbara Galmés, quisieron agradecer a Caimari su labor realizada a lo largo de estos treinta años en la fundación. El escritor Pere Bonnín le dedicó a su amigo Caimari una glosa para repasar sus 65 años de vida, los inicios de la fundación y sus años de amistad. Caimari agradeció la asistencia a todos los presentes y recordó la «importancia de la música para la vida».
Por otra parte, la Fundació ACA entregó durante el acto el primer reconocimiento 14 de Novembre al pianista Joan Moll por «su dedicación a difundir las composiciones de los creadores de nuestra comunidad». Por su parte, el pianista agradeció la distinción y manifestó que «en la historia de la música existen muchos tesoros escondidos que son injustamente desconocidos, por lo que hay que sacarlos a la luz».