«Cuando era pequeña, me fascinaba la historia del tenor Massanet. Mi padrino me la contaba y yo me la tomaba como si fuese una rondalla, de tan fantástica que era». Con estas palabras explica Margalida Àlvarez-Ossorio su primer contacto con la vida de su antepasado, un manacorí ilustre al que un día dedicaron una calle, pero que hasta hoy nunca había sido objeto de estudio.
Mañana, en el Teatre de Manacor (20.00 horas), Margalida reconciliará al tenor con su pueblo con la presentación de su biografía, Tenor Massanet, la veu de l'àngel, dedicada al cantante, cuya publicación coincide con el centenario de su muerte.
Bartomeu Josep Massanet (Manacor, 1956 - La Habana, Cuba, 1908) tuvo una vida comparable a la de muchos de los artistas que compartieron su época. De familia acomodada, marchó de casa para estudiar bel canto. «La gente solía decir que una voz como la suya sólo podía ser la de un ángel», explica su biógrafa. «Por eso, muchas veces firmó como Angelo Massanet, de ahí el título del libro», apunta la autora.
Descubierto su talento por el célebre compositor Joan Goula, se fue con él a estudiar a Barcelona y se enamoró de su hija. Así empezó su periplo por el mundo. «Fue a Rusia, cantó en la Scala de Milán, fue a Cuba tres veces, cantó en la boda de Alfonso XII... parece imposible que, en aquella época, de la ciudad de Manacor pudiese salir una vida como la suya», explica Àlvarez. El tenor acabó sus días en un sanatorio cubano, deprimido tras perder su voz de ángel. Mañana se presentará esta biografía, que ha supuesto dos años de trabajo de documentación e incluye fotos, cartas y notas de viaje. El Ajuntament, editor del libro, regalará un ejemplar a los asistentes.