«Las crisis vienen cargadas de una explosión de creatividad». Esta fue una de las frases con las que el dramaturgo y director del Teatre Nacional de Barcelona, Sergi Belbel, inauguró ayer el tercer curso de La Escola Superior d´Art Dramàtic (ESADIB).
Bajo el título La felicitat del teatre, y arropado por los 170 alumnos que actualmente están matriculados en el centro, el dramaturgo habló de «la buena salud de la que en estos momentos goza el teatro» y de que en literatura «es el dramaturgo quien mayor libertad tiene a la hora de escribir».
A las palabras de Belbel le siguieron las de la consellera de Cultura, Bárbara Galmés, quién señaló que «la Conselleria d´Educació i Cultura busca una solución provisional a los problemas de espacio para los estudios completos de la escuela». Además, Galmés se refirió a la descentralización de la cultura, «ayudando a extender las actividades de formación y fomento teatral hacia otras islas», y matizó que, «en colaboración con el Consell de Menorca se ha puesto en marcha la Escola d´Art Dramàtic de Menorca, convirtiéndola, en un puente con la ESADIB, para los alumnos».
La clausura del evento la llevó a cabo Joan Bibiloni con la representación de la obra de Chéjov Actor trágic malgrat tot, dirigida por Mateu Grau.
El director de la escuela, Carles Molinet, durante el acto, también estuvo acompañado por la consellera de Cultura, Joana Lluïsa Mascaró; la regidora del Cultura, Nanda Ramon o el director de la Fundació del Teatre Principal, Joan Arrom, entre otros.