La veintena de artistas que expusieron sus obras en Porreres fueron los encargados de dibujar la primera Nit de l'Art del municipio. Así, el arte se convirtió en el protagonista de los actos previos a la fira de Porreres.
El Ajuntament, el Celler Jaume Mesquida, el nuevo auditorio municipal, s'Escorxador y otros cinco espacios llenaron sus paredes y sus habitaciones de pinturas, esculturas y fotografías.
Pero anoche, la ruta del arte no tenia un punto de fuga claro. Las miradas de los asistentes deambulaban de un lado a otro, de los cuadros de Malena Tous y Félix Coll en la Sala Polivalent a las fotografías documentales de la plaza del auditorio, pasando por las obras de Pep Alaminos y Toni Mandilego del Celler Jaume Mesquida.
Las autoridades municipales que, pese a las amenazas de lluvia, inauguraron la muestra a las siete de la tarde siguieron incansables el recorrido.
Un recorrido que empezó entre el Ajuntament y el museo. Precisamente, en sus paredes el pintor Velcha Velchev colgó sus particulares pinturas metálicas. Equilibrios simétricos de luces y sombras forjados con pigmentos de hierro, plomo y estaño se convierten en unas pinturas oscuras y brillantes a la vez. Un brillo que se convirtió en la perfecta metáfora de la noche de ayer, en la que el arte relució en la oscuridad.