El compositor y guitarrista Marco Aurelio Alvírez aún no se cree lo que está viviendo. El músico mexicano es el principal protagonista del III Festival de Música de Puigpunyent que termina hoy. Todos los músicos del evento deberán tocar una pieza de Alvírez. «Estoy sobrecogido, sólo lo asimilaré cuando regrese a mi país», declaró el compositor.
Estudioso de la música folclórica de México, Alvírez llega a Mallorca para transmitir con su música «la felicidad de estar vivo». El artista debutó ante el público de Mallorca ayer en el Hotel Son Net.
«La composición es 90 por ciento oficio y 10 por ciento inspiración; sin embargo, sin inspiración la música está vacía». Alvírez escogió estas palabras para intentar explicar su manera de entender lo «abstracta» que es la música. A pesar de su juventud, Alvírez tiene un extenso recorrido en el mundo de la música, sus obras han sido interpretadas por la Sinfónica de Camagüey o la Orquesta Filarmónica del Estado de Chihuahua, entre otras. Tras casi quince años de carrera, considera que su principal meta es «conmover al público».
Alvírez no cree que su trabajo sea una profesión, lo define más como una «actitud». El mexicano piensa que «el músico nace y muere siendo músico» y se identifica más como compositor ya que la técnica con la guitarra la debió aprender «por accidente» para mostrar mejor sus enseñanzas.
En su currículum también hay espacio para las buenas causas, forma parte de Guitarras sin fronteras. «En las labores del músico también se incluye ayudar a los más desfavorecidos», afirma Alvírez.
Recientemente el compositor ha sacado al mercado un nuevo CD con canciones «sencillas y bellas». Titulado Entre la srena y el cielo, el álbum «gira entorno al desierto de Chihuahua» e incluye temas compuestos en los últimos diez años.
Sorprende cuando Alvírez, compositor de música clásica, escoge a los Beatles como su mayor referente. «Ellos mezclaron mejor que nadie los sonidos clásicos y los ritmos del rock», asegura.
Durante su estancia en Mallorca, Alvírez promete al público un «rato agradable» e intentará que, a través de su música, nos «conozcamos un poco más».