Silencio. Noche. Miedo. Mar. Frío. Desesperación. Sueños. Pobreza. Hambre. Palabras aisladas, que relacionadas con inmigración ilegal, cobran mayor significado. Palabras que se transforman en imágenes -la mayoría teñidas de tragedia- y sobre las que La Fura dels Baus propone una profunda reflexión. Lo hace con su mejor arma, el arte, y en esta ocasión la presenta como Sub, espectáculo a dos metro bajo el agua.
Sobre el Naumon, atracado en el Dique del Oeste desde el sábado, la compañía catalana esperaba ayer a los primeros espectadores de la Isla. Incertidumbre en los minutos previos al embarque, aunque la función comenzó con bastante retraso. Los secretos que esta apuesta furera escondía en su bodega y en sus camarotes provocó la curiosidad de los espectadores -no se llenó el aforo- que esperaban a pie de escalinata. En el interior del antiguo barco rompehielos aguardaban los actores, listos para recibir al público e invitarle a un viaje con destino a la angustia y la rabia. Y es que la Fura dels Baus incita, en su línea, al espectador. Le zarandea y le abre los ojos, y para ello, emplean con destreza su principal herramienta, la provocación.
El barco es el medio de transporte con el que la compañía denuncia «la hipocresía de una sociedad que es capaz de hacer cosas maravillosas y luego dejar que muchos mueran de hambre», explicó uno de los actores. Y el público, los inmigrantes apelotonados dentro de Naumon.
Emociones fuertes acompañadas de poesía, música, coreografías y acrobacias circenses en este montaje visual, dirigido por Younes Bachir y Carlus Padrissa y en el que participan cinco actores de la compañía, además de varios figurantes de la Isla.
La Fura dels Baus volverá a extender la escalinata de su «barco del terror» esta noche, a partir de las 22.00 horas, en el Dique del Oeste.