El pintor Joan García Orell falleció ayer de forma repentina a los 71 años víctima de un aneurisma.
Persona muy vitalista, entusiasta de la vida, y gran amigo de sus amigos, este creador infatigable lideró diversas iniciativas orientadas a la promoción de la práctica creativa desde la presidencia de la Associació de Belles Arts de Balears (Adeba), destacando, entre otras, la Trobada Internacional de Pintors.
De formación autodidacta, García Orell se adentró en la plástica ya en su edad madura. Su última exposición se inauguró en enero de 2007. Fue en la galería Vanrell de Palma y en ella puso una vez más de relieve su gran diversidad creativa. Ayer tarde, tras conocer la noticia, el galerista Gabriel Vanrell destacó el carácter intuitivo de este pintor que «consiguió a través de su mundología e ilusión llegar a ser un creador con mucho mérito».
Vinculado con la corriente postexpresionista, el gran interés de García Orell por el arte le llevó a una continua experimentación acorde con las nuevas tendencias. Este hecho se hizo especialmente evidente en sus últimas obras, en las que se observaba una ruptura con la figuración para adentrarse en una creación subjetiva y mucho más conceptual.
El paisaje, los conjuntos florales y, más recientemente, la figura humana protagonizaron sus lienzos con una paleta de colores que dejaba traducir el carácter de este creador. Una persona optimista y vivaz, que supo saborear y apreciar todo lo bueno que le dio la vida.
García Orell estaba casado con Margalida Prohens con quien tenía un hijo, Juan. Hoy, hasta las 14.00 horas, tiene lugar el velatorio en el tanatorio de Son Valentí, en Palma, y el funeral está previsto para el martes a las 20.00 horas en la iglesia parroquial de Son Rapinya.