Cuando apenas tenía 14 años, se convirtió en una de las estrellas más rutilantes de los 60 al frente de The Shangri-Las, uno de los grupos más importantes de entre los llamados girl groups, junto a The Shirelles y The Ronettes. Mary Weiss rompe ahora su silencio con nuevo trabajo y con una gira en directo que esta noche recala en el Teatre de Lloseta.
Mary, su hermana Betty y las también hermanas Marge y Mary Ann Ganser salieron de Queens para ponerse en manos del productor George Shadow Morton, y firmar singles aún recordados hoy, como Remember (Walking in the Sand), Leader of the Pack o Give Him a Great Big Kiss.
Morton sería su versión de Phil Spector, igual de maniático y genial en el estudio. Su sonido revistió los melodramas juveniles de The Shangri-Las con todo tipo de efectos, a la vez que creó el toque brioso de los temas más divertidos e infecciosos, la otra seña de identidad del grupo.
The Shangri-Las no son precisamente cuatro muchachas inocentes y siempre les ha acompañado cierta leyenda negra. Esa leyenda se ha amplificado con los años tras la disolución del grupo y la desaparición de sus miembros de la esfera pública. Según Weiss, llegó un momento en que se pasaban más tiempo litigando en los juzgados que haciendo música. Tras la separación, Weiss viajó a la San Francisco de finales de los sesenta y se refugió en Manhattan, donde se ha dedicado a la arquitectura y a llevar una vida anónima hasta que ha roto su silencio.