Dos motivos reunieron el miércoles a numerosos actores y actrices de Balears. Por una parte, se celebraba el décimo aniversario de la Associació d´Actors i Actrius Professionals de les Illes Balears (AAAPIB) y, por otra, se entregaban los galardones Jeckyll y Hyde con los que la asociación premia o penaliza la labor de algunos profesionales del teatro.
El Jeckyll este año ha sido para el director de la revista Fan Teatre, Javier Matesanz, y el Hyde para el director y dramaturgo Martín Garrido. También se entregó el premio honorífico al actor Simón Andreu.
La encargada de inaugurar el acto fue Lydia Sánchez, presidenta de la AAAPIB. En su discurso resumió la labor de la asociación durante sus 10 años de existencia y quiso rendir un homenaje a la cantante y actriz desaparecida Margaluz y a Manel Tubert, por dedicar su vida al teatro.
En esta VI edición de los premios los nominados al premio Jeckyll fueron, además de Matesanz, Francesc Perelló, coordinador del Anuari Teatral de les Illes Balears, y Joan Arrom, director gerente de la Fundació Teatre Principal.
«La falta de apoyo al sector, el trato negativo hacia los actores y las dificultades técnicas que obstaculizan el trabajo de las pequeñas compañías» fueron, según señaló Sánchez, las causas que hicieron que los nominados a los premios Hyde fueran Josep Lluis Moyà, técnico de Cultura del Ajuntament de Palma; Martín Garrido, director de teatro y dramaturgo, y Sebastià Amorós y Antonio Salom, técnicos de la Fundació Teatre Principal.
Al final fue Matesanz quien se hizo con el premio Jeckyll por «haber creado el mejor instrumento de difusión del teatro». El galardonado quiso compartir el premio «con todo el equipo de Fan Teatre».
Pere Zuazaga se encargó de presentar una gala en la que tampoco faltó el espectáculo con las actuaciones de Lluqui Herrero, Joan Manel Vadell, que representaron un fragmento de Mon(s)truaris, del montaje Seqüencies, mientras que la compañía menorquina La Clota presentó una actuación musical.
En la fiesta, que tuvo lugar en Tryp Bellver, tampoco faltó la polémica producida por la forma en que Garrido se negó a recibir el premio que la AAAPIB le había otorgado.
La actriz Aina Segura, premio honorífico de la AAAPIB en 2007, fue la encargada de entregar el de este año al actor Simón Andreu, quien recordó que «el secreto para ser un buen actor es sentirse siempre como un aficionado».