El cineasta Agustí Villaronga (Palma, 1953) presentará en marzo del próximo año una exposición en el Palau de la Virreina de Barcelona que cerrará el año dedicado a la escritora Mercè Rodoreda, un siglo después de su nacimiento. El director mallorquín estuvo a punto de rodar hace 20 años la adaptación de la novela póstuma e inacabada La mort i la primavera. El proyecto debía ser una coproducción española, francesa y alemana pero se frustró un mes antes del comienzo del rodaje en la localidad pirenaica de Sort cuando las localizaciones ya estaban preparadas.
«Ha sido el mejor proyecto que he tenido en las manos y nunca me lo he sacado de la cabeza», comentó Villaronga, quien recordó «la parte antropológica de la película» y «el trabajo con material de todo el mundo para crear una etnia que podía ser de cualquier parte». El creador aseguró que «los franceses se retiraron en el último momento y todo quedó parado», y calificó el proyecto de «estrella».
El director asumió que «me gané una fama de director caro que me costó siete años sin trabajar y perdí el dinero que tenía», y desveló que «la productora Oberon ha mostrado un interés muy real para recuperar ahora la película, de una manera muy similar a como la pensé al principio».
El director ya fue el encargado del vestuario en la adaptación de Francesc Betriu de La plaça del diamant. Villaronga expuso que «Rodoreda toma en La plaça del diamant el material directamente de la vida mientras que en La mort i la primavera realiza una abstracción, con una fuente de inspiración muy espiritual y un mundo mágico».
En ese sentido, el escritor mallorquín Arnau Pons, comisario de la exposición, destacó en la escritora «el uso de los elementos esotéricos». El comisario subrayó que «en los fascismos, los mitos de estas ideas totalitarias son buscados en el mismo pueblo mientras que después de la Segunda Guerra Mundial y los campos de exterminio, artistas como Rodoreda los buscan en otros lugares». El experto matizó que «el mito ya deja de estar situado en el alzamiento de lo propio y busca en lo extraño y alejado a la propia etnia».
En la exposición de la Virreina se mostrarán los guiones, escritos e ilustrados, vestuario, decorado y accesorios. Se enseñarán vídeos inéditos que el director rodará expresamente para el montaje. Pons explicó que «queremos mostrar el taller del artista y las fuentes que proporcionaron a Agustí los elementos para construir este mundo».
El comisario ha programado las actividades del año dedicado a la escritora junto a Maria Bohigas y mantuvo que «nos interesa la relación de Rodoreda y la guerra por la paradoja que presenta». Pons aclaró que «la guerra le supone una cierta liberación, ya que la catástrofe de su país la libera de un matrimonio sin sentido», y remarcó que «puede vivir en París y Ginebra como una artista, algo que aquí era imposible».