Síguenos F Y T L I T R

Mucha palabra y poca música, en la primera jornada de 'spoken word'

JOAN CABOT
El viernes el Teatre de Lloseta se convirtió en un café en el que sólo faltaba el humo de los cigarrillos. Estaban las mesas y las sillas, y estaban los poetas. Un buen café debe tener sus poetas, ya sea apostados en la barra apurando sus amarguras o ya sea recitando en el escenario.

Las amarguras de Myriam Reyes son las de la feminidad, aunque sea una feminidad firme, de esa que hace que algunos hombres nos sintamos a veces incómodos: resulta doloroso saber lo limitada que es tu capacidad de hacer daño. Inmóvil y Eventualmente paso días enteros sangrando son un aquí estoy, así soy, haz lo que debas. Trabaja la atmósfera con el vídeo y apuntes sonoros que, si bien acompañan con acierto sus poemas, no acaban de profundizar en todas las posibilidades de la mezcla debido a los cortes abruptos en las transiciones de una pieza y otra.

El excesivo respeto del público hacia Reyes contrastó con el inmediato feedback que recibió John Cooper Clarke -hasta el exceso, una mujer algo pasada de vueltas decidió robarle el protagonismo. Caótico, impredecible, divertido entre poema y poema y rock'n'roll puro en los recitados, Cooper Clarke es un entertainer puro hasta lidiar con la sant-up comedy. Sus influencias van más allá de la poesía Beat y la música. Le encanta el cine, el Western y el de Serie B por lo menos, y juega con su inspiración para rebautizar todos los clichés de la cultura pop con estilo propio. Papeles por el suelo, risas y buen humor. Un tipo tan genial como su poema Evidently Chickentown.

Cuando Henry Rollins se plantó en el escenario-literalmente, no movió los pies en cincuenta minutos-, quien más quien menos ya había sacado rendimiento al precio de la entrada. La bola extra fue un monólogo político, no carente de sentido del humor, de una intensidad a la altura del personaje. Y aunque algunos tuvieran que poner a prueba los resultados del cursillo de inglés, a juzgar por los aplausos y las risas, uno diría que aquí somos todos muy leídos y viajados.

Lo más visto