En la novela El misteri de l'amor, Joan Miquel Oliver (Sóller, 1974) perfila un personaje que se parece a él «por una cuestión de credibilidad». Los editores de Empúries animaron a Joan Miquel Oliver a escribir una novela cuando supieron que era una de las intenciones del compositor y letrista del grupo Antònia Font. Será la apuesta de la editorial, sin contar a Harry Potter que juega en otra división, en el próximo Sant Jordi. En el primer párrafo, Oliver se olvida de los puntos y las mayúsculas para «mostrar la propuesta estética». En el segundo se vuelve más formal y narrativo para presentar a los protagonistas. Entre los dos estilos oscila el libro, que es también un ejercicio de metaliteratura. Oliver describe la época en la que se busca el amor estable a base de prueba y error, porque «el amor es una enfermedad de transmisión sexual». Resuelto con escritura automática para dar voz al subconsciente del autor, supone la primera novela de Oliver.
"¿Por qué decidió escribir una novela?
"Siempre he escrito narrativa y siempre me había hecho ilusión escribir un relato largo. Ahora era el momento adecuado para hacerlo porque con Antònia Font estamos con el recopilatorio y tenía más tiempo. Empecé en diciembre y he estado escribiendo hasta el último momento. Desde la primera idea pasó un año y estuve escribiendo durante unos cuatro o cinco meses.
"La editorial le propuso la realización del libro.
"Primero les envié unas veinte páginas y la editorial me respondió encantada. No les dije que eran las primeras y únicas veinte páginas que tenía escritas. Al principio tenía que ser una serie de cuentos pero se convirtió en una novela. Quería que tuviera muchas páginas, pero después quise que fuera un libro muy delgado. Creo que al final me ha salido demasiado extenso (183 páginas).
"¿Qué relación hay entre su faceta de novelista y la de letrista y compositor de Antònia Font?
"Tengo el tic de estar acostumbrado a la perfomance. En un escenario nada es espontáneo; todo es artificial. En la escritura pasa lo mismo porque la vida real es desordenada, e incluso a veces aburrida, pero intentamos entenderla como una narración. Escribir reparte los pesos de todo lo que nos pasa.
"En 'El misteri de l'amor' recurre a castellanismos y, a veces, no respeta las convenciones en el uso de los signos de puntuación.
"Hago escritura automática. Por lo tanto, no tendría sentido que no hubiera errores. Escribir es difícil, no haces lo que quieres, sino lo que puedes. Me sale así. La verosimilitud es muy importante en una obra de arte. Quiero que todo el mundo se lo crea todo. Por eso el narrador se parece a mí. A mí no me ha pasado todo lo que le ha pasado al personaje pero mucha gente conoce mi cara. Juego a hacer creer que este personaje soy yo. Me gusta que se me vean las trampas; no quiero engañar a nadie.
"¿Qué le parece que la editorial advierta al lector de que encontrará soluciones ortotipográficas que se escapan de las normas de estilo de la colección?
"Me ha hecho sentir importante. Un libro me gusta o no me gusta por el estilo. El arte es estética. La estética es algo profundo. Es el sentido rotundo de las cosas vistas desde la superficie.
"¿Por qué le ha interesado escribir sobre el amor?
"El misteri de l'amor no es un título irónico. El amor es el misterio por antonomasia. Ésta no es una novela floja. El amor mueve el mundo. Es un mecanismo de la historia del mundo. Las personas son un saco de átomos organizados y el amor es la fuerza que hace que esos sacos se relaciones entre sí. El tema de la novela es el amor y el argumento trata la historia de una vulva, aunque me parece mucho más importante el desarrollo del tema que el argumento. Trato un tema tan serio como el amor con humor.
"Y también se refiere a la televisión.
"Este libro es un homenaje a la televisión. Todo lo que yo sé, lo conozco de la televisión. Todos los personajes miran la tele. Nuestra generación es especialmente autodidacta. Yo nunca he estudiado música. Hay que tener en cuenta que hacemos un arte cutre. La gracia no es elevar lo cutre a una categoría más alta, sino encontrar su parte interesante.
"¿Qué espera del libro?
"De momento he podido comprobar que gusta mucho. La gente lo encuentra humorístico, aunque yo tenía la sensación de haber hecho un libro muy pesado, porque me refería a la parte metafísica del amor. Se ve que no es así.
"¿Cuál es el papel del sexo en la novela?
"Un libro que habla de amor es imposible que no tenga sexo. Trato el sexo desde un punto de vista metafísico. La tesis es que las personas sólo son materia que se ha de reproducir, en función de la historia cósmica de la física. El conflicto aparece porque somos inteligentes, pero estamos en manos de la evolución cósmica del mundo.
"Su libro está lleno de aforismos y sentencias, como por ejemplo «El amor es una hormona».
"Llego a conclusiones cuando escribo. Son verdades mías, resultado de haber estado tres horas escribiendo y pensando. La razón es una de las muchas opciones de vida que tenemos. He tratado de ver si escribiendo sin pensar podía llegar a alguna conclusión.
"¿Con 'El misteri de l'amor' comienza una etapa como novelista?
"Estoy convencido de que así será porque me ha dado mucho placer escribir esta novela. Eso ya nadie me lo va a quitar. Ahora ya empiezo a encontrarle fallos y a querer hacer otra. La mejor forma de corregir los errores sería escribir otra novela. Ahora tengo ganas de escribir con un guión, de hacer todo lo contrario de lo que he hecho en El misteri de l'amor.