El Via Crucis, de Llorenç Moyà, se representará el próximo 21 de marzo, fecha del Viernes Santo, en las escaleras de la Catedral, como viene realizando la compañía Taula Rodona desde hace 23 años. Convertida en una tradición popular, la función es uno de los acontecimientos más esperados de la Semana Santa. Por el momento, los ensayos ya han comenzado.
El espectáculo, basado en un poemario de Moyà, de 1961, recrea las catorce estaciones del Via Crucis con una marcada particularidad, más allá del título religioso tradicional que encabeza cada poesía, los textos están protagonizados por los sentimientos del escritor.
La crucifixión de Cristo se convierte así «en un drama universal» con el que cualquier persona puede sentirse identificado, explica Bernat Pujol, director del montaje.
Cada función del Via Crucis es un éxito de público; mallorquines y extranjeros se aglomeran en la escalinata de la Seu, buscando hueco, algo de visibilidad. Pero, ¿cuál es la clave de su infalible poder de convocatoria? Bernat Pujol apunta hacia su -casi- primitiva escenografía y vestuarios, pero, sobre todo a los actores, quienes exponen los sentimientos y expresiones de sus personajes de una forma descarnada, brutal. Su fuerza arranca, a menudo, las lágrimas de los espectadores.El reparto de este año cuenta con cuatro cambios: Rafel Pizarro, interpretará al Lladre 2; Erik Mascaró, a Cirineu; Raquel Rivero, a la Dona 4, y Pedro de Juan, a Escut 1. El resto de personajes serán encarnados por los mismos intérpretes del año pasado, incluyendo a Àngel Colomer (Crist), Ana Garcia (Mare de Déu) y Francisca Sureda (Verònica), entre otros. Mientras que, los lectores, encargados de recitar las poesías de Moya, serán Pilar Casasnovas, María Magdalena Aguiló, Pep Banyo y Mateu Fiol. Por otra parte, Pujol destaca, como novedad, una mayor presencia y dureza del papel de la Veu, a cargo de Vicky Pieniazeck.
Via Crucis. Viernes 21 de marzo, a las 12.00 horas. Escaleras de la Seu. En caso de lluvia, en la iglesia de Sant Felip Neri.