Con todas las entradas vendidas, Patti Smith y su banda subieron ayer al escenario del Teatre Principal de Palma, dentro del programa de Alternatilla. El segundo de sus conciertos se celebrará, esta noche, sobre el mismo escenario.
La primera visita de la norteamericana a la Isla ha tenido, como bien merece su figura, un notable impacto mediático, arropado por el apoyo de sus seguidores -y curiosos- que no han querido perderse la oportunidad de conocer a este icono musical y disfrutar de su poder escénico.
«Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos», con esta frase arrancaba su debut discografico de 1975, Horses, una fusión de punk y poesía, de corte beat, que se ha convertido en un auténtico clásico del rock. Este trabajo fue sucedido por tres discos más, con un impacto desigual, en la recta final de los años setenta.
De 1980 a 1995, la artista vivió una etapa de semi-retiro musical dedicada a su nuevo marido e hijos. En 1996 reapareció con Gone Again, seguido de nuevos discos, que ha compaginado con otras de sus pasiones artísticas, como la fotografía y la poesía. Su trayectoria musical es inseparable de su compromiso político y lucha contra el establishment de la derecha estadounidense, así como por su activa oposición a la guerra de Irak.