MARIANA DÍAZ
Las catas arqueológicas de la Porta des Camp de Palma arrojan nuevos datos sobre la estructura defensiva de la ciudad a finales del siglos XVI e inicios del XVII. En los últimos días se han descubierto dos partes de la misma, la caponera y el orejón, la cara interna de la muralla renacentista y un nuevo lienzo de la misma. Además, bajo el Baluard del Príncep se encontró ayer un túnel del siglo XX que podría ser un refugio de la Guerra Civil. Y los arqueólogos Mateu Riera y Damià Ramis confirman que el pavimento que salió hace unos días pertenece al interior de la Porta des Camp, y no al puente que le daba acceso.
Todo apunta a que, de momento, las catas arqueológicas en la zona se pararán esta semana y que los restos arqueológicos encontrados en las mismas se taparán y se documentarán. Lo que está claro es que han servido para documentar el sistema defensivo de Palma en dicha época. Por ejemplo, la caponera era una pequeña zona que permitía «tener gente disparando, y perfectamente protegida por todo el cuerpo del baluard, a quienes intentaban acceder a la muralla o a la puerta».
Riera quiso destacar ayer dos detalles sobre el trabajo realizado en esta excavación: que no se han encontrado restos de la muralla medieval y que todo lo aparecido en la zona del Baluard del Príncep ha salido en «un alto nivel de conservación». En cuanto al túnel citado, un vecino de la zona relató ayer algo que le había contado una persona mayor: Antes de la Guerra Civil, cuando la central térmica estaba en la zona de Gesa, guardaban el carbón en el foso de la muralla. Algunos se colaban por el túnel abierto ayer, que tenía una salida a dicho foso, y se llevaban el carbón.